Sigue impune ecocidio en el Estero de Chac

Pese a clausura de la Profepa, las construcciones ilegales en el lugar continúan avanzando

Por Redacción > Quequi

Chetumal. Retiran ilegalmente las lonas de clausura colocadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y continúan, de manera impune, los trabajos en el predio colindante al Estero de Chac, ubicado a espaldas del antiguo campamento de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SICT), en el municipio de Othón P. Blanco.

A simple vista se aprecia que, pese a la intervención de la autoridad federal, los trabajos siguen avanzando.

En el área donde se levantaron varias palapas y un andador de madera, instalaciones que fueron objeto de clausura el pasado 29 de julio, ahora se observa pasto recién sembrado, aparentemente para disimular el relleno con sascab que afecta directamente a la zona de humedales.

Vecinos del lugar, aseguraron que de forma intermitente acuden trabajadores al sitio para realizar labores de mantenimiento y siembra.

“Traen pasto, lo colocan por partes, y así van avanzando sin llamar la atención”, relató uno de los testigos.

Ejidatarios de Juan Sarabia exigieron que las autoridades competentes apliquen la ley contra quienes calificaron como responsables de un daño ecológico y agrario.

Recordaron que no es la primera ocasión en que se vulneran sus derechos sobre terrenos ejidales colindantes al Estero de Chac.

Señalaron directamente a Ernesto Haro Gutiérrez, quien en administraciones anteriores promovió el relleno de áreas de humedal y la construcción irregular de estructuras turísticas sin contar con permisos de impacto ambiental.

Como se informó oportunamente, en julio pasado inspectores de la Profepa documentaron el relleno con material pétreo y la construcción de tres palapas, una cabaña y baños, además de un andador de concreto cubierto con madera. En aquella diligencia no se presentó ningún responsable de las obras.

Ante la falta de autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Profepa determinó imponer la clausura total temporal de las actividades y abrió un procedimiento administrativo para evaluar el daño ambiental.

A tres meses de esa intervención, los ejidatarios siguen demandando una resolución ejemplar que garantice la protección del ecosistema del Estero de Chac, hábitat de manglares y palma chit, especies amparadas por la legislación ambiental mexicana.

Reiteraron su llamado a las autoridades agrarias y ambientales para frenar la impunidad y preservar los recursos naturales que sustentan la vida comunitaria de la región.

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