El Presidente de México recibe al de EU para una Cumbre postCOVID muy esperada

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó esta noche alrededor de las 19:24 horas al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), donde es recibido por el Jefe del Ejecutivo mexicano, Andrés Manuel López Obrador. La visita de Biden se da con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte.

El mandatario de EU llegó en un avión de la Air Force 1 –el cual es azul con blanco y tiene inscrito “United States of America“–, que habría partido de El Paso, Texas, en donde estuvo por la tarde de este domingo. En la transmisión del Gobierno federal mexicano se observa el fuerte operativo que se desplegó para recibir a Biden.

Una vez que aterrizó la aeronave, los primeros en bajar fueron personal del equipo de prensa del Gobierno de EU. Antes de que Biden descendiera del avión, personal del AIFA colocó una alfombra roja frente a las escaleras del Air Force One y, alrededor de ésta, se formó una guardia de honor con miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Segundos después, Joe Biden bajó del avión y al pie de las escaleras ya lo esperaba su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador; el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard; el Embajador de México en EU, Esteban Moctezuma; y el Embajador de EU en México, Ken Salazar.

Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden estrecharon sus manos y se abrazaron sonrientes. Luego de ello, el Presidente de EU saludó a los funcionarios mexicanos y al final al Embajador Ken Salazar, quien lo abrazó calidamente y con quien intercambió varias palabras.

Después de ello, los mandatarios caminaron hacia “La Bestia”, la limusina blindada que fue traída desde EU a México para transportar a Biden, a la que ambos subieron para ser trasladados a la colonia Polanco, en la Ciudad de México.

Dicho vehículo es es el modelo Cadillac One y está desarrollado por la firma de lujo de General Motors. Su fabricación se dio por un contrato de 15.8 millones de dólares entre la administración federal presidida por el expresidente Donald Trump y la compañía automotriz que tiene un largo historial en ofrecer los vehículos presidenciales. De la limusina se presume que el chasis fue realizado en acero, aluminio y titanio, una serie de elementos resistentes ante diferentes condiciones. Su longitud de 5.5 metros y su altura de 1.8 metros.

Asimismo, el depósito de combustible está sellado con espuma, por lo que no explotará aunque reciba un impacto directo. Las puertas de la limusina se comparan con las de un avión de larga distancia con un blindaje de ocho pulgadas de grosos. A ello se suman los cristales que tienen varias capas de protección, con las primeras dedicadas a absorber cualquier impacto, mientras las finales la atrapan. Una última capa se mantiene intacta para evitar daños físicos al Presidente.

Previo a su arribo al territorio mexicano, Biden inspeccionó el domingo un transitado puerto de entrada en la frontera entre Estados Unidos y México, en su primer viaje a la región en dos años que lleva en el cargo y luego de que los republicanos lo criticaron por ser blando con la seguridad fronteriza mientras el número de migrantes que cruzan se ha disparado.

Biden observaba mientras los agentes fronterizos del El Paso le mostraban cómo revisan vehículos en busca de drogas, dinero u otros artículos de contrabando. En una señal de fuertes tensiones políticas en torno a la migración, el Gobernador republicano Greg Abbott entregó a Biden una carta a su llegada en la que exponía que el “caos” en la frontera era “resultado directo” de la incapacidad del Presidente para hacer cumplir las leyes federales.

Biden pasó unas horas en El Paso, Texas, que actualmente es el mayor corredor de cruces ilegales, situación que obedece en gran parte al flujo de ciudadanos nicaragüenses que huyen de la represión, el crimen y la pobreza en su país. Cuatro nacionalidades —incluida la nicaragüense— ahora están sujetas a una expulsión expedita según las nuevas reglas promulgadas por el Gobierno de Biden la semana pasada, que generaron fuertes críticas por parte de los defensores de migrantes.

El Presidente se reunió con funcionarios fronterizos para discutir la migración, así como el aumento del tráfico de fentanilo y otros opioides sintéticos, que están provocando un aumento vertiginoso de sobredosis en Estados Unidos.

Con información de SinEmbargo

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