La Fuerza Aérea Brasileña tiene a su cargo la vigilancia de las instalaciones deportivas desde el aire.

Vigilancia extrema en Río de Janeiro

Río de Janeiro, Brasil

Son varios los temas que preocupan a los organizadores de los Juegos Olímpicos. Superados los inconvenientes iniciales con la Villa Olímpica, hay temas de fondo que no se solucionan de un día para el otro. Mientras unos de ellos no dependen de lo que se hace en casa, como el escándalo del deporte ruso, que dejó afuera de la competencia a decenas de deportistas, hay otros que también dejan su marca. Por ejemplo, el miedo por zika también ha derivado en la renuncia de varios deportistas.

Pero la obsesión principal está puesta en la seguridad durante el evento. Serán 65,000 policías y 20,000 soldados los encargados de poner en práctica el operativo de seguridad por tierra, mar y aire. La cantidad de efectivos supera en más del doble a la de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Habrá controles por tierra, aire y mar. Y con un invitado especial: un robot antibombas.

A pocos días del comienzo de los juegos, una banda que preparaba acciones terroristas para el evento deportivo fue desarticulada.

A ocho días de que inicien los Juegos Olímpicos, Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, declaró que la ciudad es “una de las más seguras del mundo” y que los turistas no tienen nada de qué preocuparse.

Durante la ceremonia de inauguración de un centro de prensa, donde podrán trabajar los periodistas no acreditados para los Juegos Olímpicos, el mandatario señaló que para garantizar la seguridad en el evento deportivo ha desplegado alrededor de 85 mil elementos que estarán patrullando las calles y principales avenidas. (Agencias Quequi).

1 comentario