Productores de José María Morelos buscan evitar fraudes en la venta de sandía; inician preparación de tierras
En las próximas semanas, los productores del ejido Carolina, en el municipio de José María Morelos, iniciarán la preparación de 50 hectáreas para la siembra de sandía, cuyo cultivo está programado para comenzar a mediados de diciembre. Sin embargo, además de prepararse para el trabajo de campo, los agricultores están tomando medidas para asegurar la venta segura de sus cosechas y evitar fraudes por parte de intermediarios, conocidos como «coyotes».
Sebastián Vera, productor de la comunidad Carolina, explicó que hace dos años, debido a la buena fe de los campesinos y a la falta de documentos legales, los productores fueron víctimas de fraude y quedaron sin recibir dos millones de pesos.
“No había documentos de por medio, y eso facilitó que nos engañaran”, comentó.
El productor destacó que el año pasado se recomendó a los campesinos emitir comprobantes fiscales para proteger sus ventas; sin embargo, el uso de firmas electrónicas, necesarias para estos trámites, genera desconfianza entre los productores.
“La mayoría tiene miedo de usar su firma electrónica porque creen que pueden ser robados al hacerlo. Por eso pedimos que haya un acompañamiento en el ejido; necesitamos un contador que nos asesore”, expresó Vera. Para garantizar este apoyo, los productores planean solicitar la intervención del presidente municipal y así contar con la asistencia de un experto que los oriente en la correcta emisión de documentos fiscales y en la firma de contratos seguros, para evitar nuevamente caer en estafas.
Los agricultores también implementarán un esquema de siembra escalonada, con el propósito de regular el flujo de sandía en el mercado. Esto evitará que la cosecha de Carolina coincida con la de comunidades cercanas como Puerto Arturo, donde las plantaciones son de mayor escala. Según Vera, este método permite obtener mejores precios y reduce la saturación del mercado, dificultando que los intermediarios se aprovechen de los productores. “La siembra escalonada nos beneficia a todas las comunidades, se evita saturar el mercado y el coyote no tiene oportunidad de aprovecharse del productor”, concluyó.