Pbro. Carlos César González Cruz Misión Evangélica
Más tiene el rico cuando empobrece, que el pobre cuando enriquece
¿Sabe usted cuánto daño puede hacer el dinero en manos de tarugos? Deberían de ponerle a los billetes de alta denominación esta leyenda: este producto puede destruir tu vida.
Mucha gente supo lo que es tener abundante dinero, para su mal; pues esto trajo destrucción en su vida. Lamentablemente, tener dinero cambia a muchas personas, se vuelven diferentes. Cuando se tiene dinero, entran agazapados y muy sutilmente la avaricia, la arrogancia, la soberbia, la promiscuidad, la lujuria y sabe Dios cuántas cosas más que vuelven locos a los seres humanos.
Muchos piensan que llegar a tener dinero es necesario para tener éxito. Trabajan hasta olvidarse de si mismos y de los suyos por tener lo “suficiente”, sin darse cuenta que se están perdiendo sin saber cuánto es suficiente.
El dinero en manos de tarugos es tan peligroso como poner a manejar a un ciego un autobús lleno de personas en una carretera sinuosa. Esto terminará en tragedia. El proverbio arriba mencionado tiene mucho de verdad; un rico cuando empobrece, es más tranquilo y educado, no así una persona que por un golpe de suerte llega a tener dinero de un momento a otro, lo primero que compra son mujeres, se rodea de falsos amigos y se pierde en vicios, destruyéndose, a sí mismo y a su familia.
Una de las buenas cosas que hemos de concientizar y aprender, es que esta situación económica que vive el país, con el aumento de precio de la gasolina y la escalada de precios que acabaron afectando la canasta básica, es que debemos vivir más austeramente. Debemos saber usar bien nuestro vehículo para economizar. Debemos administrar mejor los recursos sabiamente, sin derroche. Aprendamos a mover nuestra cabecita diciendo “no” a la seducción de la mercadotecnia y distingamos entre las necesidades reales y las necesidades creadas. Exorcicemos el perverso espíritu de “comprador compulsivo” que ha golpeado a tanta gente.
Bueno, si tiene usted su guardadito por ahí, procure administrarlo sabia y prudentemente, evitando alocarse con las “buenas propuestas” que trae el mentado “Cupido” en esta temporada. Sea feliz y pase a mejor vida en vida.
“Dios mío, antes de mi muerte concédeme sólo dos cosas; ¡no me las niegues! Mantenme alejado de la mentira y no me hagas pobre ni rico; ¡aléjame de toda falsedad y dame sólo el pan de cada día! Porque si llego a ser rico, tal vez me olvide de ti y hasta me atreva a decir que no te conozco. Y si vivo en la pobreza, puedo llegar a robar y así ponerte en vergüenza.” Proverbios 30:7-9
¡Feliz fin de semana amigos y hermanos del camino!