Misión Evangélica: Más animales que los animales

“No es lo mismo atrás que en ancas”, decía el piporro, dando a entender que venir atrás era peor que venir en anca, sea de caballo, burro o mula.

No entiendo por qué en la Biblia hace mención que los animales son más inteligentes que las personas. Un relato que disfruto es sobre “La mula que montó a la asna”, allá en Números 22:2-33, Cuenta la historia que Dios le indicó a Balaam, no hiciera determinado viaje, pero él se empeñó en ir, codiciando los beneficios materiales que obtendría, Cuando su asna ni quiso pasar por cierto lugar, él la agarró a palos hasta hacerla hablar y Dios abrió sus ojos para que viera que la asna era menos mula que él.

Jonás el profeta de Dios fue tan torpe al desobedecer a Dios, pensando que subiéndose a un barco podría huir de la encomienda que le hizo, el gran pez fue más obediente que él, pues obedeció a Dios tragándolo y vomitándolo a la orden divina. (Libro de Jonás).

Dios hace enérgico reclamo a su pueblo cuyo proceder es solo rutinario, pues aman de labios, pero su corazón está lejos de él, y es que creer sin practicar la fe, suena a hipocresía.

•           “Oigan los cielos y escuche la tierra lo que dice el SEÑOR: Crié a mis hijos y los saqué adelante, pero ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su amo, y el burro, el lugar donde lo alimentan; pero Israel no me conoce, mi pueblo no tiene entendimiento”.

•           “Límpiense y purifíquense, quiten sus maldades de mi vista, dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien. Sean honestos con los demás, ayuden al oprimido, hagan valer los derechos de los huérfanos y defiendan a las viudas”.  Isaías 1:2-3;16-17.

Otra de mis historias favoritas es la de “El burrito y los demás burros”. Cuando Jesús entro a Jerusalén el domingo de ramos, subió a un burro que aún no estaba domesticado, pero gustosamente se dejó montar por Jesús, al entrar en la ciudad, la gente exclamó: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!  (Mat. 1:9), sin embargo, cinco días después, estos burros pedían que Jesús fuera llevado a la cruz y barrabas fuera soltado libre.

He de reconocer que muchas veces yo me asemejo a la mula de Balaam, soy más animal que el animal de Jonás y más burro que los burros que traicionaron a Jesús, no solamente debo entender que la fe y la practica son dos cosas inseparables, que de nada sirve creer en Dios si con los hechos los niego. Me encanta lo que me dice el Salmo 32: 9, “No sean como el caballo o como el mulo sin entendimiento, a los que hay que sujetar con rienda y freno porque si no, no se acercan a ti”.

Mis queridos amigos caminantes del camino, es muy triste tener una nación que dice tener un fervor en Dios, pero que los índices de criminalidad revelan la ausencia de Dios en sus vidas.

¡Bendiciones! Ps. Carlos Cesar González Cruz.

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