Holbox .- Miles de turistas nacionales e internacionales abarrotaron las playas de la isla con la finalidad de poder observar la bioluminiscencia en el marco de la Hora del Planeta que al final se trasformo en un gran convivio familiar pues no todos corrieron con suerte pues este fenómeno solo se pudo observar en algunas zonas de una manera muy tenue

Luces mágicas en en Holbox

HOLBOX

Por Daniel Cauich> Quequi

 

Cientos de turistas atiborraron la isla de Holbox, atraídos por la bioluminiscencia, inusual fenómeno sólo visto en algunas playas del mundo, en el que microorganismos en el agua hacen que ésta despida luz, como un fondo estrellado sobre las olas.

Este atractivo fue promovido este año en redes sociales, creándose de esta manera un festival, con actividades culturales y paquetes turísticos especiales para la ocasión, durante el pasado fin de semana y hasta hoy.

La respuesta fue abrumadoramente positiva, agotándose las habitaciones al 100% en este destino ecoturístico. Muchos turistas, al enterarse que ya no había vacantes, llegaron de todas maneras, instalándose en tiendas de campaña.

Las calles de terracería en esta pequeña isla de pescadores, donde abundan los restaurantes y los hoteles boutiques, mezclados con las casas y tiendas de los habitantes, se vieron inusualmente llenas de actividad, al transitar cuatro veces el número de turistas que llegan en un fin de semana.

El éxito del evento incluso se reflejó en el Puerto de Chiquilá, desde donde parten los ferries rumbo a la isla. Desde temprana hora, largas filas esperaban poder abordar las embarcaciones, lo que propició que las marisquerías y los estacionamientos públicos de esta comunidad también llegaran a un lleno total.

En la isla, los hoteles rápidamente se quedaron sin vacantes, aunque el número de visitantes continuaba creciendo, ubicándose en distintas playas, improvisando zonas llenas de tiendas de campaña y sacos de dormir.

Por la noche, bullían los restaurantes, con los meseros corriendo para atender a sus muchos comensales. En las playas, un gran público expectante miraba hacia el mar con detenimiento, para detectar los tenues destellos provenientes del mundo microscópico.

A medida que pasaban los minutos, surgían los comentarios de quienes esperaban ver las olas encendidas, lo que propiciaba risas y explicaciones de los más entendidos, quienes estaban conscientes de que el fulgor es tenue y exige paciencia para apreciar, lo que no le quita nada a su valor.

En el parque de la comunidad no cabía ni un alfiler, pues cientos de personas, en sillas apiñadas o apretujados de pie, disfrutaban del show artístico montado por las autoridades locales y los organizadores del festival.

 

LUCES MÁGICAS

De acuerdo a la opinión de los expertos, los microorganismos causantes de la bioluminiscencia forman parte del plancton y al detectar algún movimiento ‘amenazante’ producen una luz azul, que solo se puede ver en lugares muy oscuros.

“Es una luz tenue que ilumina las playas blancas de Holbox; se trata de microorganismos que al ser perturbados con el suave oleaje del mar caribe, emiten destellos de luz en tonos plateados, verdosos y azules”, explicó Bernardo Sánchez Montealban uno de los promotores.

El océano es habitado por miles de especies, añadió, tantas que es imposible conocer de la existencia de todas; sin embargo, algunas cuantas, como la Noctiluca miliaris, crean un fabuloso espectáculo nocturno que es imposible de olvidar, para todo aquel afortunado que tiene la oportunidad de observarlo.

 

 

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