Jennifer Aniston está harta de rumores

LOS ÁNGELES.- Poco dada a confirmar o desmentir las especulaciones en torno a su vida privada, Jennifer Aniston rompió el silencio, negando que estuviera esperando su primer hijo junto a su marido, Justin Theroux, y dijo estar “harta” de los falsos rumores y del acoso que sufre por parte de los paparazzi.

«Permítanme empezar diciendo que hablar sobre rumores es algo que nunca he hecho. No me gusta alimentar la industria de las mentiras, pero sí quiero formar parte de una conversación que está ya en marcha y que necesita seguir adelante. Como no tengo presencia alguna en las redes sociales, he decidido compartir aquí mis pensamientos. Por cierto, no estoy embarazada. Lo que estoy es harta, harta del escrutinio y de los comentarios sobre mi cuerpo que afronto cada día, camuflado como supuesto ‘periodismo’ o como ‘noticias de celebridades’. Cada día, mi marido y yo somos acosados en la puerta de nuestra casa por una horda de fotógrafos agresivos que son capaces de llegar a extremos insospechados con tal de sacar una foto, aunque ello suponga ponernos en peligro nosotros o a los peatones que se encuentren cerca», denunció la intérprete en una carta publicada en Huffington Post.

Sin embargo, lo que más preocupa a la estrella de Hollywood de esta cultura de los tabloides no es el hostigamiento que padece ella en concreto, sino la manera en la que se analiza el físico de las mujeres sin que nadie se escandalice ya por ello.

«Si soy una especie de símbolo para algunas personas, entonces soy un ejemplo de la lente a través de la cual nosotros, como sociedad, vemos a nuestras madres, hijas, hermanas, esposas, amigas y colegas. La cosificación y el escrutinio al que sometemos a las mujeres es algo absurdo y perturbador al mismo tiempo. La imagen mía que transmiten los medios no es más que un reflejo de cómo vemos y representamos a las mujeres en general, juzgándolas en función de un retorcido estándar de belleza. En ocasiones necesitamos analizar estos criterios culturales desde una nueva perspectiva para poder darnos cuenta de lo que suponen verdaderamente: una aceptación colectiva y subconsciente. Pero nosotros controlamos si queremos estar o no de acuerdo. Las niñas de todo el mundo están absorbiendo nuestra aceptación pasiva de estos cánones».

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