Emiten toque de queda por incendios forestales

180 mil personas siguen bajo orden de evacuación en Los Ángeles.

Estados Unidos
Por Agencias

La tragedia que ha azotado Los Ángeles con incendios devastadores ha dejado una huella indeleble en la ciudad, que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, describió como un «escenario de guerra».

En declaraciones que resuenan con el peso de la tragedia, Biden comparó las zonas afectadas por las llamas con un campo de batalla, donde «ciertos objetivos son bombardeados». Sus palabras subrayan el horror de una crisis que ya ha cobrado la vida de al menos 10 personas y sigue siendo un desafío sin control.

Los incendios, considerados los más destructivos en la historia de California, no sólo están arrasando con barrios enteros, sino que también han dejado una estela de saqueos y desinformación. Biden no dudó en señalar a los “demagogos” que difunden rumores y confusión en medio de esta catástrofe, mientras las autoridades luchan por mantener el orden y la seguridad.

En un esfuerzo por proteger a los ciudadanos y las viviendas desocupadas, el sheriff del condado, Robert Luna, decretó un toque de queda nocturno en las zonas más afectadas. «No se puede estar en estas zonas afectadas. Si estás, puedes ser arrestado», advirtió Luna.

Esta medida tiene como objetivo preservar lo poco que queda de las estructuras y prevenir más caos, mientras las familias evacuadas siguen luchando con la incertidumbre de lo que sucederá con sus hogares.

Las condiciones meteorológicas en Los Ángeles siguen siendo una amenaza latente. La combinación de sequía extrema y vientos fuertes mantiene la situación crítica, aunque los esfuerzos por combatir las llamas siguen en pie. Los helicópteros, que finalmente pudieron despegar gracias a una tregua temporal de los vientos, son parte de un gigantesco operativo que no parece tener fin a la vista.

A día de hoy, alrededor de 180 mil personas siguen bajo órdenes de evacuación, y las autoridades advierten que, aunque la situación podría mejorar, aún queda mucho por hacer.

Mientras tanto, el sufrimiento y la pérdida siguen marcando la pauta en una de las ciudades más emblemáticas de Estados Unidos, que enfrenta una batalla que parece no tener tregua.