Degradación de arrecifes en el Caribe mexicano

Estiman que están creciendo un centímetro cada 10 años.

Por Alejandro García > Quequi

Cancún. El Caribe Mexicano podría perder su protección costera en este siglo por el aumento en el nivel del mar y la propia degradación arrecifal, advierte Lorenzo Álvarez Filip, académico del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, quien colaboró en la investigación que se publicó en la revista Nature sobre el tema.

“Reduced Atlantic reef growthpast 2 °C warming amplifies sea-level impacts” es el nombre del artículo que publicó la revista en septiembre pasado, en el cual colabora Álvarez Filip; la investigación fue dirigida por el británico Chris T. Perry con un equipo de especialistas internacionales, y ocupó buena parte de los datos generados por el Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal Barcolab generados en el Caribe mexicano y el Golfo de México, por lo que la relevancia de estos resultados es de particular importancia para el país.

Álvarez Filip reconoció que los arrecifes coralinos del Caribe mexicano atraviesan una situación crítica. “Hoy en día estimamos que ya están creciendo alrededor de un centímetro cada 10 años; es decir, cinco veces menos que como lo han hecho históricamente”.

Se analizaron datos de más de 400 sitios en el Atlántico occidental tropical. La conclusión es contundente: Para 2040, más del 70% de los arrecifes estarán en estado de erosión.

El investigador explicó que el estudio integra tres dimensiones: la ecología de los arrecifes, la geología (a través del registro fósil) y los escenarios de cambio climático.

“Vemos que las tasas de crecimiento arrecifal están disminuyendo, y al juntarlas con las de aumento del nivel del mar, producto del cambio climático, los arrecifes se irán separando cada vez más de la superficie del mar”, lo cual tendrá consecuencias directas. “Son barreras naturales que modulan la energía del oleaje. Si se reducen, la energía del mar llegará con más intensidad a las costas, lo que implica riesgo para las playas, la infraestructura turística y los recursos pesqueros”.

El especialista detalló que la degradación no sólo amenaza al turismo –fuente económica central para Quintana Roo y la nación–, sino también a la biodiversidad marina.

Álvarez Filip estableció que el panorama futuro es preocupante. Si el calentamiento global supera los 2 °C, “para 2100 estaríamos teniendo más de un metro de separación adicional entre el arrecife y la superficie del mar, lo cual abriría la puerta a que la fuerza del mar entrara directamente a las costas”.

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