Cuestionan en Cozumel impacto del cuarto muelle de cruceros

Cozumel, 18 de junio.– La posible construcción de un cuarto muelle de cruceros en Cozumel ha generado un creciente rechazo social, ambiental y empresarial, encabezado por el ciudadano cozumeleño Rodrigo Huesca Alcántara, quien advierte que este tipo de infraestructura promueve un modelo turístico excluyente y de bajo beneficio económico para la población local, además de representar una amenaza directa a los arrecifes y espacios públicos.


El activista ambiental y voz opositora al proyecto, cuestionó el argumento de que se trata de una elección entre crecimiento económico o conservación ambiental, calificándolo como un “falso dilema”.


“Nadie está en contra del desarrollo, pero se requieren modelos más sustentables e incluyentes con la sociedad. Ya tenemos tres muelles con siete posiciones de atraque que no se usan al 100 %. No se justifica construir otro más”, afirmó.


El nuevo muelle estaría proyectado sobre el arrecife Villablanca, un ecosistema marino de alto valor ambiental y el único arrecife fuera del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, por lo que su acceso aún es libre y gratuito para los habitantes de la isla. Esta zona, además, alberga una de las últimas playas públicas dentro del núcleo urbano, lo que permite a las familias llegar caminando, sin necesidad de transporte.


“Destruir un arrecife para ganar otro punto de atraque no tiene lógica. Es una playa pública muy valiosa para la comunidad. No queremos convertir nuestra isla en un estacionamiento flotante para cruceros”, expresó Huesca.


El activista subrayó que la tendencia mundial en destinos turísticos de alto perfil es alejarse del turismo de cruceros por su bajo impacto económico y alto costo ambiental. Ciudades como Venecia, Barcelona, Dubrovnik y Ámsterdam ya han implementado restricciones al arribo de estas embarcaciones debido a sus consecuencias negativas.


“Los cruceristas no consumen localmente. Vienen con todo pagado y arreglado por la naviera. No se hospedan, no comen en restaurantes locales, no contratan tours. Pero sí usan drenaje, generan basura y saturan las calles”, explicó.


Según datos citados, esta modalidad turística genera unos 740 millones de dólares anuales en Cozumel, pero sus beneficios no se reflejan en el bienestar social. Al menos el 40 % de la población de la isla vive por debajo de la línea de pobreza.


Rodrigo Huesca recordó las palabras de Toni Cháves, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya: “En Quintana Roo no se vive del turismo, sino de las bellezas naturales que atraen el turismo”, y recalcó que destruir ese atractivo para favorecer un modelo insostenible es contraproducente para el futuro del estado.


La oposición al cuarto muelle cuenta con el respaldo del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano y ha sido respaldada públicamente por diversos sectores empresariales, legisladores y ciudadanos, quienes coinciden en que Cozumel necesita una visión de desarrollo que priorice el bienestar social y la conservación de su riqueza natural.

No hay comentarios

Deja una respuesta