Cozumeleños ‘mueren’ de sed

 

COZUMEL

Se cumplieron más de 24 horas desde que disminuyó la presión por un desperfecto eléctrico.

 

Suman más de 24 horas que los habitantes de la Isla de las Golondrinas están sin agua potable en sus hogares debido al deficiente servicio de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), que disminuyó la presión al punto de que ya no sube a los tinacos.

Lo peor del asunto es que la paraestatal trató de justificarse a través de un comunicado, en el que informa que la falta de agua se debe a tormentas eléctricas que dañaron las bombas de los pozos de captación; sin embargo, ayer no se registró ninguna tormenta eléctrica, además que no se explica qué pasó con el sistema de automatización de bombas que anunciaron el año pasado, en el que se invirtió millonario recurso, justamente para evitar que este tipo de situaciones se presente.

Habitantes de todas las colonias de la isla, pero principalmente de las más retiradas de la planta de bombeo, se quejaron de que desde el lunes por la mañana se quedaron sin agua en sus domicilios, sin que supieran a ciencia cierta a qué se debió tal situación ya que nunca se les dio aviso.

El problema persistió durante la mañana de este martes, en el que ya la CAPA emitió un comunicado señalando que debido a las tormentas eléctricas registradas por la mañana se suscitó una falla eléctrica en la zona de captación, provocando una sobrecarga en el banco de fusibles de control, lo que derivó en una baja presión en el servicio de agua potable para toda la población.

Hasta la tarde de este martes, los usuarios de las diferentes colonias reportaron que el agua solamente les llegaba a las tomas domiciliarias, pero no tenía presión suficiente para subir a los tinacos, lo que obligaba a recurrir a las cubetas para abastecerse de vital líquido.

Aunque el comunicado de CAPA prometía que la situación se normalizaría en unas “tres o cuatro horas”, dio hasta la noche y todo seguía sin cambio, apuntando a que serían dos días los que la población cozumeleña pasaría con este servicio básico limitado.

En mayo pasado, se nombró a Alaín Campos Novelo como gerente de la paraestatal para el municipio, en reemplazo de José Luis Chacón Méndez, quien en tres años poco o nada hizo para mejorar el servicio en la ínsula. Rápidamente se extinguieron las esperanzas que con el nuevo funcionario cambiarían las cosas.

Según admitió el propio gerente, varios de los pozos de la ínsula están llegando al fin de su vida útil, lo que hace prioritario la perforación de nuevos sitios para garantizar el suministro, ya que es riesgoso continuar con la extracción de los existentes.

Esto ya ha derivado en la distribución de agua sucia, lo que ha sido una queja reiterada por parte de la ciudadanía, además de baja presión en varias colonias.

Pese a ello, pasan los meses y el servicio sólo empeora. Las interrupciones son comunes y, peor, cuando se detecta una fuga, tardan varios días en que la paraestatal lo atienda y solucione.

Campos Novelo también ha ignorado una denuncia hecha sobre la presencia de cientos de tubos de asbestos, material cancerígeno, dejados abandonados en un predio baldío.

En esa ocasión, aunque el gerente admitió que el material es peligroso, se lavó las manos del hecho, pues sencillamente señaló que no tienen presupuesto para retirarlo.

 

SIN CONSIDERACIÓN

Cozumel no es el único municipio que ha sufrido por la súbita interrupción del servicio de agua. Sin ir muy atrás, hace apenas un mes, gran parte de Chetumal se quedó sin el vital líquido, por lo que miles de capitalinos no tenían para bañarse, lavarse las manos, limpiar un trasto o siquiera ir al baño.

En esa ocasión, se afectó a 18 mil 660 usuarios de 40 colonias de la ciudad, como Solidaridad, Proterritorio, Las Américas de la primera a la quinta etapa, Sian Kaan uno, dos y tres, fraccionamientos Caribe uno y dos, Centenario, Bicentenario; colonias Adolfo López Mateos, Nueva Reforma, Arboledas, Pacto Obrero, Jardines, Polígono dos, Miraflores, 20 de noviembre, entre otras.

También se culpó de una falla eléctrica por el corte ocurrido, que tardó más de 36 horas en empezar a ser normalizado.

El mes pasado también se interrumpió el servicio de agua en Puerto Aventuras, hecho que se prolongó por dos días y finalmente hizo que la gente interrumpiera el tránsito en la carretera federal 307 e incendiara autobuses.

Aunque los habitantes del lugar culparon a la concesionaria Aguakan, se supo que el corte se debió a que se dañó la bomba de rebombeo de Chemuyil, lo que afectó el suministro a Puerto Aventuras, servicio a cargo de CAPA.

Por Luis Roel > Quequi

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