“Nature Expedition”: el sueño de Jorge Daniel que florece en la selva de San Diego, Quintana Roo

JMM.- En el corazón de la selva maya, donde los rayos del sol se filtran entre los árboles sagrados y el aire lleva el perfume de la tierra viva, un joven ingeniero ha decidido sembrar más que cultivos: ha sembrado un sueño. Jorge Daniel Ek Euan, originario de esta pequeña pero rica comunidad del municipio de José María Morelos, lleva cuatro años escribiendo una historia de amor por la naturaleza, la cultura y el futuro de su tierra.

Ese sueño lleva por nombre GIPAA: Granja Integral de Producción Agrícola y Animal, y recientemente ha dado paso a una propuesta aún más ambiciosa: Nature Expedition, una experiencia turística que fusiona la producción agroecológica con el turismo sostenible, y que invita al visitante a reencontrarse con lo esencial.

Un sendero que conecta con el alma

Lo que más cautiva a quienes se internan en GIPAA es el Sendero Tunich Trail, un recorrido interpretativo a través de una selva mediana y alta, donde se camina entre zapotes milenarios —algunos aún muestran las cicatrices del pasado, cuando se extraía el chicle— y ceibas majestuosas que parecen custodiar secretos ancestrales.

«Nada entre reflejos, explora la biodiversidad, respira tranquilidad y siente cómo el tiempo se detiene para que tu alma se encuentre con la naturaleza», describe Jorge Daniel con emoción. Y es que no se trata solo de caminar, sino de sentir cada paso, de dejarse abrazar por la selva y de redescubrir un vínculo olvidado con la tierra.

Agroecoturismo con identidad

Nature Expedition es la evolución natural de un proyecto que nació con fines productivos y comunitarios, pero que ha encontrado en el turismo una nueva forma de crecer y compartir. Jorge Daniel explica que la propuesta va más allá del turismo convencional: «Queremos mostrar algo distinto a lo que se ve en la Riviera Maya. Esto es turismo con sentido, sostenible, que integra la producción agrícola, el cuidado animal y el respeto por nuestro entorno».

Laguna Costa Chica: un paraíso escondido

Otro de los tesoros que Nature Expedition ofrece es Laguna Costa Chica, un espejo de agua enclavado entre vegetación y caminos de terracería que parecen sacados de un cuento. A pocos kilómetros de un pueblo abandonado llamado Santo Tomás, esta laguna resplandece con tonos turquesa que recuerdan a Bacalar, pero con un toque íntimo y silvestre.

Ahí, entre aguas tranquilas y cielo abierto, Jorge y su familia trabajan en la limpieza y conservación del entorno, demostrando con acciones el amor por su tierra.

«Vamos a limpiar la laguna con la familia, queremos que la gente vea que San Diego tiene mucho por ofrecer», dice con orgullo.

Una experiencia que transforma

Cada detalle en Nature Expedition habla de una visión integral: desde los recorridos guiados en la granja hasta la posibilidad de convivir con animales de traspatio, conocer cultivos orgánicos y disfrutar de la hospitalidad de una familia maya que ha hecho de su proyecto un legado vivo.

Jorge Daniel, junto a sus padres, hermanos y sobrinos, es el motor de este esfuerzo. Una colaboración familiar que no solo genera ingresos, sino que enciende la esperanza de transformar a San Diego en un referente de turismo consciente.

Una invitación abierta

Con los brazos abiertos y el corazón dispuesto, Jorge hace una invitación a todo aquel que desee vivir algo diferente:

 “Estamos disponibles todos los días, de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Nos pueden encontrar en Facebook como Nature Expedition o como Granja Integral de Producción Agrícola y Animal. También en Instagram, y desde ahí pueden contactarnos por WhatsApp. Queremos que más personas descubran este rincón mágico de Quintana Roo”.

Esta Semana Santa, si buscas una experiencia auténtica, en donde el canto de las aves, el susurro de la selva y la calidez de una familia te acompañen… Nature Expedition te está esperando.

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