Lideran taxistas cacería de mototaxis
Por Luis Roel Itzá
Quequi
Negocio redondo de inspectores del Imoveqroo con el socio taxista Helbert Canto, ya que con pretexto de no tener permisos detienen a mototaxis, los suben a una grúa particular «que tiene convenio» con el instituto y se los llevan a un «corralón» que es un predio particular, el cual no cuenta licencia de funcionamiento para operar como tal, ya que es más un taller de su propietario que es socio taxista al igual que el chófer de la grúa, el inspector del Instituto de Movilidad y el delegado de la dependencia estatal Anuar García García, quien da las órdenes de «levantar» las motos sin tener un nombramiento oficial aún, pero todo para cobrar multas y resguardo sin recibos de por medio.
Los taxistas siguen imponiendo su ley en la isla y tienen incrustados en puestos clave a varios de sus socios, como es el caso del delegado (aún no nombrado oficialmente pero que él decide y da las ordenes), Anuar Garcia Garcia, socio taxista al igual que uno de los inspectores del Imoveqroo que encabezó el operativo de caza de mototaxistas en coordinación con otro socio taxista Helbert Canto, con su grúa, que es operada por su hijo que también es socio de los taxistas y además queriendo usar un predio particular de su propiedad, sin licencia de funcionamiento fiscal como corralón o taller mecánico, ya que eso es para lo que realmente sirve.
Todo se trata de un jugoso negocio para los involucrados, ya que el supuesto corralón no es un negocio establecido ni legal y que sin embargo, el Imoveqroo, avala al permitir que las unidades que «retienen» sean resguardadas en este sitio que cobra alrededor de nueve mil pesos por traslado y resguardo, sin emitir un recibo o factura oficial, ya que son irregulares, por lo que lo que cobran no hay manera de comprobárselos y se lo reparten entre ellos, según se comentó en el lugar de los hechos.
Los mototaxistas bloquearon el acceso al predio particular, evitando que la moto fuera resguardada y ante la llegada de la Policía exigieron fuera llevado al corralón de Tránsito o de lo contrario bajarían su unidad de la grúa. El mototaxi fue «retenido» presuntamente por no contar con permisos ni concesión para dar el servicio, aunque en realidad fue a petición de los taxistas por estarles quitando servicio en el Centro a usuarios que ellos mismos no les dan el servicio.
