‘Con miedo a contagiarse, pero con mucha emoción’, así vuelven los maestros a las aulas

“El regreso (a clases presenciales) va a ser una cuestión de emociones encontradas; por un lado, el miedo, lo cual es muy triste. El ver a la persona con la que vas a trabajar y ver en él un potencial de que te enfermes, es feo; por otro lado, también hay mucha emoción por retomar las cosas”, destaca Benjamín Martínez, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El profesor Benjamín Martínez, quien forma parte de los más de 731 mil maestros que desde la semana pasada reciben el biológico de la farmacéutica china CanSino Biologics contra covid-19, en el Valle de México, destaca que a pesar del miedo por un posible contagio, la emoción reina en los docentes.

“Un poco de miedo en ese sentido (…), finalmente, cualquier otro que no conoces su vida, no conoces dónde ha estado, es un potencial riesgo para que te enfermes. Por otro lado, va a ser una emoción el saber que estamos tratando de reactivar aquellas viejas prácticas que tienen que continuar, que se vieron detenidas por más de un año”, detalla.

“Es emocionante saber que vas a estar en contacto con las risas, con la alegría de los jóvenes, con sus preguntas inquietas, con sus bromas; incluso, llega el momento donde ya se extraña el ruido de los muchachos afuera conversando que te interrumpen la clase. Toda esta parte de esta vida que quieras o no, es una señal psicológica de que las cosas están volviendo a su natural orden”, añade.
 

“La educación a distancia no es para todos”
 

En agosto del 2020, debido a la pandemia por covid-19, más de 30 millones de estudiantes y 1.2 millones de docentes arrancaron el ciclo escolar 2020-2021 de forma remota, lo que resultó un reto ya que las escuelas quedaron vacías para dar paso a las clases virtuales.

Ante dicho escenario, el profesor Benjamín Martínez ve a las clases virtuales como una herramienta viable, aunque advierte que la educación a distancia no es para todos.

“En realidad los que estudiamos en esquemas abiertos a distancia, lo hacemos voluntariamente, yo desde el momento en el que me inscribí en una maestría, sabía que iba a ser a distancia (…), sabía a los problemas que me enfrentaría en una educación a distancia. En el caso de esta pandemia, que nos obligó a estar en este tipo de modelos, realmente hace que los alumnos se hayan visto obligados, no fueron voluntariamente trasladados a esta modalidad; por tanto, ya desde ahí es un choque importante, porque lo que sí se debe considerar es que la educación a distancia no puede ser igual que la educación presencial, entonces es ahí donde se vuelve un problema”, comenta.

“Incluso hasta la sincronía, estar todos conectados en un mismo momento, se vuelve complicado. Entonces sí se volvió un poco difícil el adecuarlo a esta nueva realidad, pero ahí vamos”, agrega.
 

“Pandemia bloqueó el desarrollo de los estudiantes”
 

El profesor Benjamín Martínez coincide en que la pandemia bloquea el desarrollo de los estudiantes porque, en primer lugar, reitera, “no todas las personas están hechas para estudiar a distancia”.

“Esto va a ser una cuestión generacional que los jóvenes de esta época tendrán que solventar en algún momento, ya sea de manera independiente o finalmente la misma vida lo tendrá que hacer. Si tú ves las redes sociales, están plagadas de quejas a manera de broma, es muy común hacer memes, a manera de burla, de esta cuestión de las clases a distancia”, expresa.

“Por ejemplo, yo que convivo con maestros y que compartimos memes de maestros, hay uno que dice que el momento más activo de mi clase y ponen ahí ‘bueno esto ha sido todo, nos vemos. Y empiezan todos hasta luego, hasta luego…’ Lo cual es cierto, imagínate que tú te conectas con ellos y no encienden las cámaras y no sabes si realmente te están prestando atención, o no. Y piensa también en el joven, si yo creo para nosotros todavía sigue siendo un problema el poder concentrarnos en algo habiendo tantos distractores; por ejemplo, el ruido de una casa, las actividades de una casa… ahora imagínate un joven que se ha vuelto un tanto como ‘multitask’, en donde a lo mejor está atendiendo la videoconferencia desde su tablet, pero a través del celular está platicando con su amigo en el WhatsApp o está jugando, o ya encendió la tele, que es poco probable, casi los muchachos no ven tanta tele, o están escuchando música; entonces, todos esos distractores hacen que se pierda la atención, cosas, que por ejemplo, en el salón de clases, finalmente como es un espacio establecido para ello, lo facilita. Hay muchos alumnos que de verdad sí se les dificulta y que incluso aunque estén, se les está dificultando el aprendizaje. Es muy difícil aprender de esta manera porque fueron obligados, aunque también hay gente que lo está aprovechando”, ejemplifica.

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