Guía básica para padres sobre cómo lidiar con hijos con autismo
El caso de la mujer de Florida acusada de ahogar a su hijo de 9 años con autismo resulta demoledor y ha conmocionado a padres y cuidadores. Recordamos algunas pautas básicas para tratar a niños y jóvenes que padecen este trastorno neurobiológico.
Patricia Ripley, de 45 años, está presa sin derecho a fianza y enfrenta acusaciones de asesinato en primer grado e intento premeditado de asesinato tras ser acusada de haber permitido que su hijo con autismo se ahogara. La mujer confesó a la policía de Miami, en Florida, y declaró que su hijo “iba a estar en un mejor lugar».
No era la primera vez que Ripley trataba de matar a su hijo. Tras saberse del caso, circuló un video de vigilancia que mostró el momento en el que Ripley empujó a su hijo Alejandro a un canal y salió corriendo del lugar. En esa oportunidad el niño fue salvado por un transeúnte.
Alejandro era un paciente con trastorno del espectro autista que no podía hablar. El autismo es uno de los trastornos del neurodesarrollo más complejos y más estudiado y lo padece uno de cada 54 niños en edad escolar, de acuerdo con las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Aunque todavía no se conoce su causa, existe una extensa bibliografía sobre su principal sintomatología, cuáles son los procesos cerebrales más afectados y cómo el uso de técnicas de intervención mejoran sus capacidades a la hora de trabajar con el niño. El Espectro del Trastorno Autista (TEA) se manifiesta en distintas formas y grados: algunas personas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras otras solo necesitan algunos refuerzos.
Recordamos algunos puntos básicos para la convivencia, en particular cuando el confinamiento y la crisis sanitaria hacen que el desafío sea todavía mayor:
Diferentes niveles de severidad
La población con autismo tiene una amplia variedad de comportamientos y procesos neuropsicológicos, y se puede manifestar en diferentes niveles de severidad. No obstante, los manuales de diagnóstico en psicología, como el DSM-V, advierten una serie de características comunes en los niños con este trastorno:
☑️Claras dificultades en la comunicación
☑️Problemas de interacción social
☑️Baja flexibilidad en comportamientos y pensamiento Recomendaciones básicas
Sin olvidar las peculiaridades del niño, esta guía apunta las siguientes recomendaciones para trabajar con pacientes:
☑️La comunicación. Dependiendo de la edad del niño y de la fase de desarrollo lingüístico en la que se encuentre, el profesional especialista y el profesor deben programar actividades (juegos, canciones, signos y pictogramas) para despertar la necesidad de comunicación del niño (verbalizar necesidades como “Quiero agua”). Si el niño ya formula sus demandas verbalmente, el siguiente paso consistirá en nutrirle de un vocabulario más amplio y rico para después entrenarle en la creación de frases uniendo palabras.
☑️El contacto visual. Durante las interacciones con el niño, ya sea durante las conversaciones o cuando le va a dar instrucciones, el adulto debe invitar al niño a que le mire a la cara. Los juegos de imitación son un buen reclamo para acostumbrar al niño a mantener el contacto visual con los demás.
☑️Reconocimiento y expresión de emociones. Mostrar al niño dibujos, fotos o videos que representan estados de ánimo, le ayudará a interpretar sus propias emociones como las de los demás.
☑️Aprendizaje de hábitos y creación de rutinas para favorecer su autonomía. Para lograr estos objetivos es clave mostrar al niño la pauta detallada de la secuencia de comportamientos que debe realizar, si quiere lograr la conducta meta. Las instrucciones en forma de pictogramas son un gran apoyo.
☑️Entrenar su motricidad fina (por ejemplo, pintando objetos pequeños) y la motricidad gruesa (p.ej., jugando a la pelota).
☑️Trabajar la lateralidad con ejercicios cruzados (“Tócate la oreja derecha con la mano izquierda”).
☑️Enseñarle a manejar la ansiedad frente a esos estímulos que habitualmente angustian al niño. ¿Cómo? El profesor debe enseñarle a predecir la situación estresante y tratar de que se relaje con ejercicios de respiración guiados.☑️Colaboración y participación de la familia en el proceso de aprendizaje.Los padres deben estar al tanto de las áreas que se están trabajando con el niño (en el aula especial y en la ordinaria) y poner en práctica esas mismas actividades pedagógicas en casa para el refuerzo de aprendizajes.
Autismo en tiempos de coronavirus
Cuando los límites entre el trabajo y el hogar se difuminan, como ocurre con el confinamiento en tantos hogares, la cosa se complica todavía más.
La experta internacional en autismo Temple Grandin publicó en la revista Parade.com una guía para que padres y cuidadores transiten estos tiempos difíciles. «Lo mejor que puedes hacer es que tu hijo mantenga un horario, y mantenga una estructura en tu vida para mantener su cuerpo y mente activa durante todo el día», señala. “Ese horario ayudará al niño a estar centrado. No queremos que se pasen durmiendo todo el día ni que se mantengan en casa en su pijama».
En este artículo Grandin ofrece siete pistas concretas para ayudar a los seres queridos con autismo en tiempos de pandemia. ¿Qué nos pediría un autista?
El experto en autismo Àngel Riviére (ya fallecido), escribió este texto años atrás que da muchas pistas sobre lo que viven y experimentan estas personas.
Son 20 puntos que recomendamos leer íntegros. “Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura y no caos”, escribe este experto. “No te angusties conmigo, porque me angustias. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más”.