Vuelve Vera Salinas, el máster en espionaje

Por Verónica Fajardo>Quequi

 

Uno de los personajes que es contratado por polí­ticos para hacer el “tra­bajo sucio” dentro de las corporaciones policiacas es Manuel Vera Salinas, ingeniero egresado de la Naval de Veracruz, en donde aprendió el arte del espionaje, utiliza conocimientos para venderse con gobiernos y personajes corrup­tos, sin embargo en Q. Roo, sus pla­nes de traiciones no se realizaron.

Vera Salinas, acostumbrado a administrar cuevas de espionaje re­nace y es contratado como operador político de varios gobiernos, hoy es mercenario del sistema de gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, go­bernador de Oaxaca, a quien se le dio la encomienda de solucionar los pro­blemas a través de la presión psicoló­gica y eficientar la inteligencia mili­tar para controlar líderes sindicales, periodistas, partidos políticos, orga­nizaciones sociales y magisteriales.

Al igual que en Cancún, Vera Salinas ya comenzó a hostigar a la policía, porque existe una denuncia de policías estatales, en el edificio del C4, en Oaxaca, en donde estos elementos señalaron que por ins­trucciones de Vera Salinas, no solo colocó, sino que aumentó a los ope­radores, que desde ese lugar reali­zan seguimiento de espionaje con­tra líderes magisteriales, políticos, empresarios, funcionarios.

El teniente de navío, llegó a Cancún con el entonces presidente munici­pal, Francisco Alor Quezada, en el 2007, a pesar de traer una gran “cola” de represor en Oaxaca, se le dio el cargo de director de Tránsito de la Policía Municipal de BJ, al tér­mino de ese gobierno, Vera Salinas se le ratificó en el mismo cargo con el edil en turno Gregorio Sánchez.

Vera Salinas le coqueteó al edil al ofrecerle sus servicios de espionaje y seguir con el cargo de director de Tránsito, porque tenía elementos de esta corporación realizando este tra­bajo, sin embargo el director general de la Policía Preventiva, Tránsito y Bomberos, Miguel Ángel Ramos, re­cibió por parte del Ejército y Marina información de los centros de espio­naje que tenía Manuel Vera.

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