Violencia marca fin de año en Culiacán

Pirotecnia y balaceras previas a la llegada del 2025 dejaron víctimas y caos en Sinaloa.

Por Agencias
Ciudad de México

A pesar del operativo especial de vigilancia implementado por las autoridades en la capital de Sinaloa para garantizar la seguridad durante la celebración de fin de año, la ciudad fue escenario de una serie de hechos violentos, incluyendo un número alarmante de disparos al aire y el uso indiscriminado de pirotecnia, que provocaron varios heridos y tres asesinatos al cierre del 2024.


Como ha sido tradición durante varias décadas, la bienvenida al 2025 estuvo acompañada de explosiones de pirotecnia y largas balaceras que se escucharon en diversos sectores de Culiacán, como Tierra Blanca, Burócratas, Gabriel Leyva, Universitarios, la Campiña, la Mazatlán y Barrancos. A pesar de los esfuerzos por erradicar estas prácticas peligrosas, las detonaciones comenzaron mucho antes de la medianoche, generando un ambiente de inseguridad.


Los disparos al aire y el uso de explosivos fueron una constante, incluso tras los anuncios de las autoridades sobre sanciones a los responsables. El saldo de este uso irresponsable de armas de fuego y pirotecnia fue grave: al menos 14 personas resultaron lesionadas, muchas de ellas menores de edad, mientras que dos adultos sufrieron graves lesiones en los ojos debido a la pirotecnia.

Asesinatos
La violencia en la ciudad no se limitó solo a los fuegos artificiales. El último día del 2024, Culiacán registró tres asesinatos, uno de ellos una mujer. Los cuerpos fueron encontrados en la zona del Trébol de la carretera Culiacán/Eldorado, en la sindicatura de Costa Rica. Fue un conductor quien, al pasar por la zona, alertó a las autoridades al encontrar los cuerpos tirados. En el lugar, personal de la Guardia Nacional localizó casquillos percutidos de armas automáticas. La mujer presentaba signos de golpes y disparos de armas de fuego.


Poco después, otro cadáver fue hallado en las cercanías, cerca del camino que lleva al poblado del Quemadito. La víctima, identificada como Jesús Vladimir «N», presentaba signos de tortura, con las manos atadas a la espalda y el rostro cubierto. La causa de su muerte también fueron disparos de arma de fuego.


Las autoridades continúan investigando los hechos, pero la creciente violencia y el uso desmedido de armas y pirotecnia en Sinaloa reflejan una problemática persistente que afecta a la sociedad, a pesar de los esfuerzos por contenerla.


Este fin de año ha dejado claro que, más allá de los festejos, la inseguridad sigue siendo un desafío en Sinaloa, una situación que requiere una atención urgente y acciones contundentes para frenar la violencia.

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