Vigilan recoja de sargazo

MEDIO AMBIENTE
El día de ayer a temprana hora inició el retiro de sargazo en puntos específicos del litoral portomorelense, luego de que el sábado pasado la mayor parte de las playas del destino luciera a su máximo esplendor, gracias al trabajo del gobierno de la presidenta municipal Laura Fernández Piña, en conjunto con la ciudadanía, empresarios, la Federación y el Estado.

Al respecto, la alcaldesa y presidenta de la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conamm) explicó que empleados de la Dirección de Servicios Públicos trabajan en la ventana al mar, para levantar las últimas toneladas de la planta marina que se habían acumulado durante la recta final de la contingencia que afectó al destino.

Laura Fernández dijo que luego del retiro de las aproximadamente 200 toneladas que aún quedan en algunos puntos de las playas, no se bajará la guardia y continuarán los trabajos de mantenimiento y limpieza. “Los arenales de Puerto Morelos son parte de nuestros principales activos turísticos y nos generan derrama económica en el destino, por eso estaremos atentos para evitar cualquier una afectación mayor”, refirió.

Recordó que durante la contingencia hubo una gran suma de esfuerzos de los tres órdenes de gobierno, la iniciativa privada, organismos no gubernamentales, sindicatos, prestadores de servicios turísticos, estudiantes y sociedad en general, entre otros, para hacerle frente al arribo masivo de sargazo.

“En todo momento contamos con el apoyo del Gobierno del Estado, por conducto de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), para contrarrestar esta problemática que llegó para quedarse en el Caribe Mexicano. Debemos ser conscientes que este es un problema que nos afectará año con año, por lo que hay que estar preparados para que no nos agarre desprevenidos”, mencionó.

La Presidenta Municipal indicó que con iniciativas como la conformación del Protocolo Puerto Morelos, en el que participan instancias gubernamentales, empresarios, especialistas y ciudadanía los efectos de los embates de la naturaleza pueden aminorarse para que no se vea afectada la actividad turística.

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