Viciado, el Registro Público

Por Héctor Bello Guadarrama > Quequi

El secretario de Finanzas y Planeación, Juan Vergara Fernández, reconoció que si bien son muchas las dependencias de servicios de recaudación que dependen de sus oficinas, como el Registro Público, las oficinas de los Catastros en los municipios, entre otros, se tiene el propósito de entregar buenas cuentas a los ciudadanos.

Con la idea de ofrecer mayor certeza jurídica de las propiedades de los particulares, aseguró que ya no habrá chanchullos, y mucho menos corruptelas en los servicios del Registro y Catastro. Lo cual a más de un año de nueva administración todavía no es posible, pues al preguntar a usuarios de los servicios del Registro Público aún habría vicios que no han logrado ser erradicados, como son las dádivas para agilizar trámites, y el abuso por parte de la clase política que sigue afectando a los ciudadanos.

Aun cuando reconocen que la atención de los empleados ha mejorado con más amabilidad en su trato al público usuario, los trámites, por sencillos que parezcan, continúan siendo burocráticos y engorrosos, pues aun cuando se pagan los servicios, son plazos de 15 días o más para resolverse, a menos que los interesados den una aportación «voluntaria».

Si bien recientemente se presentó en Quintana Roo un instrumento digital que agilizará trámites para los usuarios de los servicios de Registro y Catastro, las oficinas de esta asistencia en Cancún continúan viciados los servicios de trámite al público, por los que llegan a cobrar y pedir dádivas que van desde los 300 hasta los mil 500 pesos, sólo para agilizar los trámites burocráticos que llegan a ser hasta de 15 días para obtener un documento simple, como lo reconoció Antonio Berzunza.

«El servicio es eficiente, pero en algunos trámites si se tardan mucho, llegan a tardar 15 días o más y para agilizar lo engorroso siempre está abierta la posibilidad que a través de una aportación, según voluntaria, puede resolverse en el mismo momento en un plazo muy corto. Esto es aparte del cobro de los trámites, que sin importar lo sencillo que pueda ser, todo se vuelve burocrático», estableció.