Vacaciones de infierno en el Caribe Real

Por Redacción

 

A gritos y como si fuesen criminales es como el hotel Gran Caribe Real trata a sus huéspedes, como lo vivió en carne propia una pareja de vacacionistas de Nuevo León, a la que amenazaron incluso con la policía, todo por no mover a tiempo su vehículo.

El marido afectado, quien solicitó se le reservara su identidad, explicó que se ha hospedado en este hotel, ubicado en el kilómetro 11.5 de la Zona Hotelera, desde hace 10 años y este verano no fue la excepción. Aunque los primeros días transcurrieron sin novedad, fue al llegar al lugar el pasado domingo en la madrugada que sufrió un grave atropello.

“Estábamos despidiéndonos de una pareja que venía con nosotros a recoger su vehículo para partir a Playa del Carmen, cuando oímos gritar a una persona que venía hacia nosotros exigiendo que moviéramos en carro”, narró el afectado.

Se trataba de un empleado del hotel, de nombre Fernando Palomeque, quien aunque se le explicó que eran huéspedes, no cesó en su prepotente actuar e insistía en que se retiraran del lugar. Molesto, el huésped pidió hablar con el gerente, llegando el de turno, Fernando Varela, quien en lugar de disculparse y buscar solucionar la situación, también llegó lanzando gritos y amenazas.

“Discutimos ahí, afuera del lobby, después se metió y le habló a una patrulla de Policía, a la que le pidió, cuando llegó, que me llevara detenido”, añadió.

Afortunadamente, el uniformado escuchó la versión del afectado y señaló que no había motivo para detenerlo, lo que le informó al gerente de turno, que exasperado, le prohibió a la pareja acceso al hotel.

Los turistas fueron obligados a buscar otro alojamiento de madrugada y regresar hasta el día siguiente, para tratar de dialogar con algún directivo. En lugar de ello, los atendió el gerente de la tarde, Luis Segura, quien mostró cerrazón absoluta y señaló que había un reporte de su compañero que decía que había sido agredido, lo que era falso.

El personal del hotel se rehusó a escuchar la versión de la pareja o a revisar las cintas de seguridad, sin importarles que se tratara de unos huéspedes recurrentes desde hace 10 años, sin incidentes previos.

“Le dije que checara mi historial que tengo en ese hotel y dijo que no le importaba; le comenté que tenía más de 10 años de hospedarme ahí y dijo que no le interesaba”, comentó el afectado. “Pedí autorización para sacar mi equipaje y nos mandó acompañar a la habitación como si fuésemos unos delincuentes”.

Pese al mal sabor de boca que les dejó este incidente en sus vacaciones a Cancún, el agraviado dijo que no dejará de venir, pues disfruta de las maravillas que ofrece el Caribe mexicano, pero lamentó que hoteles con trato despótico y sin consideración por sus huéspedes, como Gran Caribe Real, estén arruinando la imagen del destino.

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