Unidos por el teatro
Ciudad de México
Agencias Quequi
Mediante la obra «Privacidad», Diego Luna y Luis Gerardo Méndez revelarán la manera en que los gobiernos y las corporaciones vigilan y extraen información de las personas a través de las redes sociales.
De manera alterna los actores protagonizan la historia escrita por James Graham y Josie Rourke que, inspirada en el caso de Edward Snowden, se estrenó en 2016 en el Public Theatre de Nueva York, con Daniel Radcliffe (Harry Potter).
Bajo la dirección de Francisco Franco, «Privacidad» iniciará temporada el 5 de octubre de 2017 en el Teatro de los Insurgentes de la Ciudad de México, para narrar la historia de un escritor que tiene problemas de comunicación.
«El público, junto con él, hará un viaje a través del Internet para conocer su lado más luminoso, pero también el más oscuro. Hay dos tesis principales: una que tiene que ver con la manera en que nos comunicamos, de cómo los dispositivos móviles han cambiado la manera de relacionarnos y hacia dónde nos dirigimos como sociedad.
«La otra se refiere a qué tanto la información de nuestros teléfonos está siendo utilizada por los gobiernos como por las empresas», explicó el director Francisco Franco durante la presentación de la pieza teatral ante la prensa.
Diego Luna destacó que «Privacidad» es una obra espectacular y divertida, pero también alarmante, sobre todo para quienes tienen hijos.
«Pues vale la pena pensar que enfrente tenemos una tecnología que no sabemos de dónde viene. Es como el cerebro: usamos bien poquito de su capacidad pero alguien sí lo está usando y eso es lo que les vamos a contar».
Externó que la gente sube imágenes personales a las redes sociales Twitter, Facebook o Instagram creyendo que se comparten con los amigos y los seres queridos, hasta que comienza la necesidad de volverte popular o llamar la atención a través de ‘likes’.
Sin embargo, dijo, «no sabemos con claridad hacia dónde va esa información, quién se la queda o para qué será utilizada en un futuro lejano, no precisamente ahorita. Es una pregunta que no nos hacemos y que la obra invita a hacerlo».
Se trata de analizar la diferencia entre el yo público y el yo privado. Esa línea que, en su opinión, no siempre se sabe como trazar.
«Privacidad», abundó Luna, «es muy esperanzadora, nos recuerda que los teléfonos deben ser herramientas para nosotros. Nos deben servir y no nosotros a ellas, por eso debemos usarlos con responsabilidad».