Una razón de peso para adelgazar
Parte 1
Los métodos para adelgazar son tan buen negocio que se han inventado miles que se comercian por todo el mundo.
Desde el punto de vista sicológico se ha intentado todo, desde la hipnoterapia hasta lo más moderno como el EMDR reproceso y desensibilización del movimiento ocular (Eye Movement Desensitization and Reprocessing en Ingles) que trabaja con la memoria hasta desplazarla del lugar del cerebro donde provoca daños, en este caso la ansiedad convulsiva por comer. Aquí importan mucho el movimiento de los ojos en la reprocesamiento cerebral, que evitan que recuerdos dolorosos ya no regresen con potencia malsana. Se aplicó a traumas más fuertes, pero se ha extendido su aplicación a varias áreas.
Cuando haces una dieta el metabolismo se reduce porque la amígdala, cuya función es que el cuerpo sobreviva, no sabe si es una dieta o una hambruna y provoca el efecto rebote. Lo de comer todo lo que no has podido comer durante la dieta no es sólo algo emocional, es físico.
Lo importante desde su perspectiva, es que las personas dejen de comer desde la cabeza, desde el control, y empiecen a comer desde el estómago. En el estómago hay inteligencia, hay muchísimas neuronas y en él está el indicador del apetito y de la saciedad.
Hay un estudio realizado por Leann Birch (1991) que demuestra que los niños en edad preescolar tienen una habilidad innata para regular su alimentación de acuerdo con lo que sus cuerpos necesitan para crecer. Y esta habilidad se recupera reconectando de nuevo con tu estómago. La mente sólo interpreta esas sensaciones. Cuando las personas atienden a esas sensaciones físicas de saciedad comen menos, adelgazan progresivamente, y comen de manera más saludable.
Las causas del sobrepeso son los hábitos negativos y las emociones que nos impulsan a comer en exceso, como la ansiedad, estrés, tristeza, soledad, aburrimiento. Las emociones son energía física, cuando alguien siente nervios o ansiedad lo nota en el estómago o en el pecho. Si conectas con tu cuerpo y sientes esa energía física, si no dejas intervenir a la cabeza, la emoción se procesa sola. Para ello hay que relajarse, encontrar un lugar tranquilo, cerrar los ojos y sentir esa emoción. Un estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología afirma que el 92% de los casos de sobrepeso mejoran al abordar las emociones y la conexión con el cuerpo.
También los especialistas en otras áreas tienen mucho que decir de todo esto. Y es otra opinión muy importante que hay que tener en cuenta para combinar diversas propuestas para adelgazar. Hay que recordar que la grasa abdominal está relacionada con la diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, derrame cerebral y otras enfermedades crónicas. Para eliminar eficientemente la indeseable grasa abdominal, hay que enfocarse en la alimentación al igual que el tiempo en que come sus alimentos, en combinación con el ejercicio de alta intensidad.
Algunos quieren eliminar la grasa almacenada en el vientre a través de un gimnasio, pero el ejercicio por sí solo no es la respuesta.
Programar su alimentación a un estrecho tiempo cada día es la versión del ayuno intermitente que se puede recomendar para las personas con problemas de resistencia a la insulina y exceso de peso corporal.
Otros hábitos saludables en su estilo de vida, tales como el sueño y menor estrés también son útiles, ya que ayudan a mantener bajos los niveles de cortisol. El cortisol es una hormona del estrés que, cuando se eleva, agota el músculo magro y almacena grasa en la región abdominal.
Es importante entender que los beneficios de disminuir la grasa del vientre no nada más son estéticos. La grasa abdominal–la grasa visceral que se almacena alrededor de los órganos internos—emite proteínas y hormonas que pueden causar inflamación, que a su vez pueden dañar las arterias y entrar en el hígado, afectando la manera en que su cuerpo descompone los azúcares y las grasas.
La inflamación crónica asociada con la acumulación de grasa visceral puede desencadenar una amplia gama de enfermedades sistémicas vinculadas con el síndrome metabólico. Esta es la razón por la que tener grasa adicional alrededor de abdomen está vinculado a la diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y otras enfermedades crónicas, y por qué la relación entra la cintura-cadera en realidad es un mejor indicador de su estado de salud que el índice de masa corporal (IMC).
Tres Claves Alimentarias para Eliminar la Grasa Abdominal
Para eliminar la grasa abdominal, necesita reducir su grasa corporal total. Simplemente es imposible enfocarse en una sola área con el fin de reducir la grasa. La clave es la alimentación, ya que una mala alimentación promueve la acumulación de grasa y hace que su cuerpo se aferre al exceso de grasa.
En cuanto a sus opciones alimentarias, las siguientes dos son fundamentales para perder peso exitosamente:
Reducir o eliminar el azúcar agregado de su alimentación. Esto incluye todas las formas de azúcar y fructosa, ya sean refinadas o «naturales,» como la miel o miel de agave, así como todos los granos (incluyendo los orgánicos), ya que se convierten rápidamente en azúcar en su cuerpo.
Dicho esto, la fructosa procesada (como el jarabe de maíz de alta fructosa) es sin duda alguna el peor del grupo en términos de causar disfunción metabólica. Debido a que su cuerpo la metaboliza de la misma forma en que metaboliza el alcohol, lo que promueve la resistencia a la insulina y la acumulación de grasa en un mayor grado que otros azúcares.
La fructosa procesada es un ingrediente básico en la mayoría de alimentos procesados y bebidas endulzadas, donde puede esconderse bajo 60 nombres diferentes.2 por lo que la forma más fácil de evitarla es reemplazar todos los alimentos procesados por vegetales enteros y de preferencia orgánicos.
Como regla general, si es resistente a la insulina (y lo cual es muy probable si tiene problemas de peso) mantenga su consumo total de azúcar/fructosa por debajo de los 15 gramos al día. Si su peso es normal y no tiene otros signos de resistencia a la insulina, la cantidad diaria recomendada es de 25 gramos al día.