Manolo Trejo, mamó de la corrupción

Por Rafael Santiago › Quequi

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Siguen los escándalos acerca de los fraudes cometidos en el sexenio de Roberto Borge Angulo,  y personajes que se creyeron de poca monta, resulta que también aprovecharon para destruir la entidad con tantos atropellos cometidos. Tal es el caso de Manuel Eligio Marrufo Trejo, quien era el secretario privado del ahora encarcelado exgobernador. Apenas hace unas semanas un juez le negó un amparo, por lo que anda a salto de mata por temor a ser detenido.

Su breve trayectoria fue suficiente para volverlo multimillonario a la sombra del poder. Luego de que otro siniestro personaje, Fabián Vallado Fernández, asumiera la titularidad de la delegación en Quintana Roo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) dejó vacante su sitio como secretario privado del gobernador Roberto Borge Angulo, esta posición fue asumida por Manuel Eligio, conocido como “Manolo” Marrufo. Apenas contaba con 24 años. Con Félix González Canto había estado también como secretario privado.

ELIGIÓ PRINCIPALES DESTINOS

Así que pronto se vio beneficiado por la repartición de terrenos en los principales municipios turísticos de Quintana Roo (Playa del Carmen, Cancún y Cozumel) por el ahora encarcelado gobernador Roberto Borge.

El rápido enriquecimiento era inconcebible y se explica solamente por hechos ilícitos que le permitieron amasar una incalculable fortuna.

En lo que se refiere al daño patrimonial fue de los grandes ganones. Hay que recordar los porcentajes de los daños al patrimonio de la reserva territorial del estado que hizo Borge, sobre todo en los principales destinos turísticos: en Cozumel  vendió el 23%, en Benito Juárez el 36% y de Solidaridad el 52%.

La fórmula era simple: se les “vendía” a precios ridículos terrenos de alta plusvalía. Por ello Marrufo no tuvo empacho en utilizar como prestanombres a sus más cercanos amigos. Se tiene información que puso a nombre de sus muy cercanos familiares otros terrenos de mayor plusvalía, cuestión que se está investigando y que en una próxima entrega tendremos los nombres.

Por ahora hay que señalar a los “cuatachos y cuatachas” como Francisco Rincón Gallardo, un exasistente de Borge, amigo de “Manolo” Marrufo, al que le puso tres predios, que dan un valor total de 2,368,681 de pesos. Otra es una de sus mejores amigas, Ana Gabriela Arana Martin, actual directora en Quintana Roo de “Red de Jóvenes por México”, una organización filial del PRI, con tres predios con un valor de  920,438 de pesos.

Sigue su compañero de fiestas, Alberto Efraín Sánchez Vanacore, quien era su asistente personal, al que le dio cinco predios que tienen un valor catastral de 2,535,849 de pesos. Y como tenían tanto, involucraron a la misma hermana del asistente, Mariel Sabrina Sánchez Vanacore, a la que pusieron a su nombre un importante predio con valor de 311,600 de pesos.

“Manolo” Marrufo estuvo tan inmerso en el desvío económico que sufrió Quintana Roo, no sólo cargaba la maleta con el dinero en efectivo de la comitiva de Roberto Borge (alrededor de cinco millones de pesos), sino que además lo utilizaba para darse todo tipo de lujos. Tiene Manuel Eligio un departamento en Cancún, en la Be Towers, en Puerto Cancún, que le costó un millón de dólares.  Y en la torre Hendricks Península, de Cozumel, otro penthouse con vista al mar, con valor de 8 millones de pesos.

Colecciona caballos pura sangre que tiene en el Hipódromo de las Américas, en la Ciudad de México. Y fue señalado por la SEIDO de ser el dueño de cuatro cajas de seguridad protegidos en First National Security, y que estaban repletas de dinero en efectivo. A estas acciones se les obsequiaron el número de carpeta de investigación fed/seido/ueidcs/pue/000740/201, y ya se encuentra en la Procuraduría General de la República para deslinde de pruebas.

BORRACHO ALTANERO

El juez que le negó amparo a “Manolo” Marrufo, lo vinculó por su presunta participación en el desvío de más mil 500 millones de pesos que desaparecieron de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), cuando estaba a cargo de Gustavo Guerrero Ortiz, quien en un acto protocolario entregó el efectivo a Juan Pablo Guillermo Molina.

Los excesos etílicos también son su fuerte. Una de sus bacanales ocurrió en el Tianguis Turístico de México realizado en Puebla.

En un Centro Nocturno denominado “40 Grados”, tuvo un encerrona con cinco “edecanes” con las que bebió a la champaña más cara en un salón con bailes privados. Borracho, Manolo Marrufo no quería pagar la cuenta y realizó un escándalo, pero finalmente fue sometido y tuvo que liquidar los 65 mil pesos de la noche, todo con el dinero del erario.

 

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