Un orgullo para todos
Demita Vega De Lille, una mujer de desafíos superados dueña de una especial filosofía y mística.
Por Redacción > Quequi
Demita Vega de Lille, la mujer que logró la hazaña de darle la vuelta a la Isla de Cozumel con un recorrido de 143 kilómetros en un tiempo de 7 horas con 10 minutos, olímpica en Río de Janeiro 2016, ganadora de la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, así como de bronce en Chile en 2023 y Lima 2019, conserva el vigor para practicar el deporte que ama y al que le ha entregado toda su vida para ser una auténtica campeona y no existe una fórmula que aplique para todos. Un campeón tiene cualidades superiores frente a sus adversarios en varias categorías: Físico, mental, técnico, táctico, espiritual, inteligencia.
“Por ejemplo, un atleta de países europeos que les otorgan toda una gama de facilidades para desarrollarse técnica, táctica y físicamente, tal vez no tenga las cualidades mentales o espirituales o de inteligencia tan ‘entrenadas’, pero está sobrado en las otras y gana”, explica Demita.
Sobre lo que motiva a ser campeona, dijo que las condiciones son diferentes para cada persona. “A veces la diferencia en una competencia la marca el físico, en otras el aspecto táctico. Atletas de diferentes naciones tienen más entrenada una cualidad que otra”.
Destaca: En el alto rendimiento, cuando el nivel técnico es muy similar, el físico también lo es porque todos están muy entrenados, entonces empieza a marcar la diferencia la preparación mental. “Te puedo decir que una cualidad de alguien que sabe que va a ser un campeón, es mucha tolerancia para no caer en la frustración. Posee mucha resiliencia; yo pienso que es diferente en cada persona. Está en el alma desde antes de nacer”, dijo.
EL FACTOR CLAVE
“La capacidad para continuar en una actividad difícil en lugar rendirse se encuentra en la disciplina y en la motivación que empieza con una inspiración, pero que, si no es constante, no se mantiene, tienes que aferrarte más a la disciplina que a la motivación. Si dependes de estar motivado para hacer algo, no vas a llegar muy lejos, porque la motivación es la chispa de arranque, pero no la gasolina”.
Añade: Pienso mi punto fuerte es el aspecto mental y el espiritual. En los aspectos técnicos y físicos no estaba completa. Creo que logré más de lo que tenía para dar por el aspecto mental. En mi mejor momento tenía una condición de viento que cuando soplaba ganaba todas las regatas, pero si el viento bajaba o subía mucho me iba para atrás. “Técnicamente no tenía el nivel para estar en el top en todo tipo de condición, principalmente me hizo falta entrenamientos en mis condiciones débiles. Entrenaba mayormente sola, mientras que mis rivales tenían compañeras de entrenamiento todo el año”.
La sensación más bonita es entrar en estado de “Flow”, lo que llaman estar en la zona. Es la parte más bonita del deporte. “Tuve dos copas del mundo en donde en todas las regatas estuve en ese estado. Pero, no es común, quiero decir que tu fórmula puede estar completa y aun así no ganar un oro, es un juego de probabilidad.
“Mientras estoy mejor preparada, la probabilidad está a mi favor. Lo bonito del deporte es que no sabes quién va a ganar hasta que termina la competencia. Todos quieren controlar eso, ganar antes de competir. Tenerlo seguro y sólo tienes un porcentaje de probabilidad, puede ser 99%, pero nunca vas a tener el 100% y por eso es hermoso el deporte”.
La fórmula de Demita ha sido “amor total al juego. Honrarlo”. “Esa fue mi filosofía, honrar al juego. Tener una curiosidad de saber a dónde puedo llegar”.
Finalmente señaló que muy pronto tendrá una competencia en Francia y en noviembre en Italia como parte de su agenda 2024.