
Tulum, pueblo de historia y tradición maya
Tulum, 7 de marzo.- Tulum es un pueblo forjado con raíces profundamente mayas. Ahí reside su principal riqueza, aunque muchos ignoran el vasto acervo cultural que guardan los descendientes de esta gran raza, porque centran su atención en sus hermosas playas y demás atractivos naturales, que, ciertamente no tienen comparación en el contexto regional, ni global.
En Quintana Roo hay cinco santuarios erigidos en honor de “La Cruz Parlante”, ícono de la histórica Guerra Social Maya, también conocida como “La Guerra de Castas”, la más prolongada que se ha librado en México, una lucha de resistencia del pueblo maya contra los colonizadores.

Para adentrarnos en parte de su cultura hay que mencionar que, en marzo, los mayas realizan una misa de alborada, ceremonia que marca el inicio de la festividad que, familias fundadoras de Tulum celebran con fervor, precisamente en honor a La Santa Cruz, patrona del pueblo de Tulum.
Esta festividad de prolonga durante dos semanas y una parte fundamental es la siembra de un árbol de chicozapote. Aquí se marca una diferencia con los otros centros ceremoniales, donde sus autoridades determinan la siembra de ceibos. En Tulum se elige un chicozapote joven, al cual, en la parte superior, le atan frutos, ritual que augura abundancia en la temporada de cultivo que está por iniciar.
El arraigo y devoción de las familias tradicionales de Tulum se refleja en el compromiso con su historia y creencias, con el amor a sus raíces y se traduce en una rica celebración en la que los núcleos se turnan para celebrar el “Matán”, costumbre ancestral en la que se obsequia comida a todos los visitantes. Este manjar se basa en la receta tradicional del “Relleno Negro Pibil”, receta que se ha transmitido de una generación a otra y cuya elaboración implica un ritual.
En síntesis, estas actividades representan una ceremonia de la fertilidad que debe concluir con el inicio de la primavera.
Fuentes bibliográficas consultadas arrojan algunos datos como los siguientes:
• De acuerdo con registros históricos documentados, desde la década de 1860 se llevaban a cabo estas festividades, aunque de una manera más sencilla.
• En Tulum estuvo la única sacerdotisa maya de que haya registro, su nombre: María Uicab, fue inscrito con letras doradas en el muro de honor del Congreso del Estado de Quintana Roo.
• En 1922, el arqueólogo Thomas Gann, tomó una foto en el interior del templo principal de la Zona Arqueológica, en la que aparecen rezadoras en un acto de devoción a la Santa Cruz.
• Algunos indicios suponen que la llegada de un grupo de arqueólogos, propició que los mayas de aquella época, se mudaran al sitio que ahora ocupa el poblado de Tulum.
• Registros indican que, hacia el año de 1958, el edificio más importante de Tulum, construido con pretil de piedra, era el santuario dedicado a La Santa Cruz, ya que, las demás construcciones, eran chozas elaboradas con madera. En total, se contabilizaban entre 12 y 15 chozas.
Finalmente, quienes actualmente persisten en la celebración de la Santa Cruz, son descendientes de quienes fundaron el pueblo de Tulum en 1958, lo cual, pone en contexto, que esta celebración es de las más antiguas del estado, junto con la que se realiza en el pueblo de El Cedral, en la isla de Cozumel.
