Trump monta farsa para satanizar a migrantes

Una de las primeras decisiones de Donald Trump tras asumir la presidencia de Estados Unidos fue fabricar expedientes atroces de los indocumentados ­—sin importar que en ocasiones no tuvieran antecedentes penales— para justificar ante la opinión pública las redadas antiimigrantes y erradicar las ciudades santuario 

Por  Alice Speri

Mientras cientos de inmigrantes indocumentados eran detenidos en todo Estados Unidos en febrero pasado durante las primeras incursiones masivas del gobierno de Donald Trump, los funcionarios de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) hicieron todo lo posible para retratar a las personas detenidas como criminales de la peor calaña ante los medios de comunicación e intentaron distraer la atención de las docenas de individuos que fueron aprehendidos a pesar de no tener antecedentes penales.

El 10 de febrero, cuando comenzaron las redadas, un ejecutivo del ICE en Washington envió una directiva “URGENTE” a los jefes de personal de la agencia en todo el país. “Por favor redacten un documento que describa los tres casos más flagrantes”, escribió en el correo electrónico el jefe de personal interino de Operaciones de Eliminación y Aplicación de ICE. “Si una oficina tiene solamente un caso atroz, entonces debe incluirse otro caso escandaloso de otra ciudad”.

El correo electrónico indicó que la asignación debía realizarse esa noche, pero un día después, un agente de ICE en la oficina de San Antonio envió un correo electrónico interno diciendo que el equipo había incumplido la meta. “Esta mañana el cuartel general me ha informado que fracasamos en esta tarea”, escribió el agente.

A medida que pasaban las horas, se intensificó la presión sobre los agentes locales para llegar a algo. “Tan pronto como llegues, tu única tarea de hoy será la compilación de un reporte con tres casos graves”, escribió un director asistente de la oficina del Residente de Austin de la agencia a ese equipo el 12 de febrero, señalando que las oficinas nacionales y de San Antonio estaban impacientes. “El Cuartel General y San Antonio nos contactarán por la tarde”.

Entonces, el agente agregó que un equipo de oficiales había “detenido a un criminal hace unos minutos, así que consigan con él su primer caso escandaloso”.

Un paquete de mensajes de correo electrónico obtenido mediante una solicitud de la Ley de Libertad de Información por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Vanderbilt y publicado exclusivamente por The Intercept, revela cómo en los primeros días de la presidencia de Donald Trump, los agentes del ICE crearon —y fracasaron— una narrativa que justificaría las afirmaciones de la administración de que las incursiones fueron motivadas por preocupaciones de seguridad pública. En cambio, los correos electrónicos detallan la evolución de las declaraciones públicas del ICE una vez que se hizo evidente que la narrativa de la administración Trump no era verdad.

Bob Libal, director ejecutivo de Grassroots Leadership, un grupo de derechos civiles radicado en Austin, dijo que los mensajes de correo electrónico muestran “lo agresivo y desesperado que se encontraba el ICE durante estas incursiones”.

“Esencialmente, éste es el ICE tratando de justificar un caso a través de sus acciones, cuando en realidad esto no tiene nada que ver con la seguridad pública”, dijo a The Intercept después de revisar la correspondencia. “Podemos esperar que intenten hacerlo otra vez”.

Comenzando el 6 de febrero, el ICE llevó a cabo un barrido nacional de inmigrantes indocumentados en ciudades grandes y pequeñas de todo el país, esparciendo rápidamente el pánico entre las comunidades de inmigrantes. Las incursiones, que llevaron a 680 detenciones en todo el país, fueron las primeras de una serie de operaciones masivas ordenadas por el gobierno de Trump. La semana pasada, más de 450 personas fueron arrestadas en una acción similar llamada “Operación Ciudad Segura”.

Condiciones. El número de personas de origen mexicano en EU asciende a 33.6 millones de personas, incluidos 11.6 millones que nacieron en México, de acuerdo con estadísticas de la Oficina del Censo estadunidense.

Al principio, los funcionarios de inmigración dijeron que apuntaban a amenazas a la seguridad pública, como individuos con condenas criminales y miembros de pandillas, pero mientras intentaban retratar a los detenidos durante las incursiones como criminales peligrosos, inmediatamente quedó claro que muchos no tenían más que violaciones menores en sus antecedentes, y que decenas no tenían antecedentes penales en absoluto. En Austin, donde 51 personas fueron arrestadas durante las incursiones de febrero, más de la mitad no tenía condenas penales. Muchos de los que tenían antecedentes penales fueron declarados culpables de conducir bajo efectos del alcohol.

En pocas horas, las historias de las tácticas agresivas del ICE dominaron a los medios de comunicación, ya que los residentes de Austin informaron que los agentes habían establecido puestos de control en la calle, detenido a un adolescente y por error a un residente legal sin antecedentes penales. A medida que aumentaba la ansiedad por las incursiones, los funcionarios electos emitieron condenas públicas y los periodistas locales y nacionales inundaron las oficinas de la agencia en Texas con solicitudes de comentarios.

En sus primeras respuestas a los medios de comunicación, los funcionarios del ICE mantuvieron la línea de que las incursiones eran de interés público, diciendo a los periodistas que “al retirar de las calles a extranjeros criminales y otras amenazas públicas, el ICE ayuda a mejorar la seguridad pública”.

A medida que las críticas aumentaban, el ICE cambió de estrategia y minimizó la operación calificándola de “nada distinto de la rutina”, diciendo a los periodistas que las incursiones eran las mismas “detenciones selectivas llevadas a cabo diariamente por los equipos de Operaciones Fugitivas del ICE” y diciendo que los reportes que decían lo contrario eran “falsos, peligrosos e irresponsables”.

Cuando quedó claro que decenas de individuos sin antecedentes penales habían sido detenidos, el ICE modificó la versión y dijo a periodistas que además de atacar las amenazas de seguridad, las incursiones siempre tenían como objetivo aquellos cuyos únicos crímenes estaban relacionados con temas migratorios, como el reingreso a Estados Unidos después de la deportación.

“Creo que lo que esos correos electrónicos dejan muy claro es que tenemos una agencia federal dispuesta a mentir, al igual que Trump está dispuesto a mentir, para continuar con la criminalización de las comunidades de inmigrantes”, dijo el concejal de la ciudad de Austin, Greg Casar, a The Intercept después de revisar los correos electrónicos. “Vivimos en una época realmente aterradora donde una agencia federal como el ICE opera esencialmente como una máquina de propaganda para la administración Trump”.

“Ellos hicieron todo lo posible para engañar al público mediante la búsqueda de casos escandalosos, y luego puedes ver en los correos que no podían encontrar suficientes”, agregó.

Redadas por venganza

De todas las ciudades en las que se realizaron incursiones en febrero, Austin produjo el mayor porcentaje de arrestos no criminales, más de la mitad, de acuerdo con una revisión del Austin American-Statesman mostrando que 28 de las 51 personas detenidas no habían cometido ningún crimen además de entrar ilegalmente al país. El ICE dijo que tales detenciones eran “aprehensiones colaterales”, sugiriendo que los detenidos fueron detenidos porque podrían haber estado en compañía de alguien buscado.

Pero muchos en la ciudad sintieron que Austin recibía las redadas por una razón diferente, una política.

Diez días después de la elección de Trump, la comisaria demócrata de Austin, Sally Hernández, reiteró su promesa de convertir a Austin en la primera “ciudad santuario” de Texas. “La oficina del sheriff no será parte de una fuerza de deportación que sacrifica a cientos y miles de personas, nuestros vecinos, ante un sistema de inmigración federal roto”, dijo Hernández en noviembre.

Hernández, que fue bautizada como “Sally santuario” por los medios conservadores, se enfrentó a una batalla cuesta arriba. El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, dijo que su negativa de cumplir con las solicitudes del ICE eran una “traición” de su juramento y recortó 1.5 millones de dólares en concesiones relacionadas con la justicia penal al condado de Travis. En mayo, Abbott firmó la ley del Senado 4 o “SB4”, una de las legislaciones antirrefugio más duras del país, cuya constitucionalidad está siendo disputada en los tribunales.

Pero mientras la batalla por las ciudades santuario se libra en el nivel estatal, el gobierno federal tiene otras maneras de ir tras los funcionarios locales rebeldes: Puede hacer que sus ciudades sean escenario de operaciones especiales del ICE.

En el caso de Austin, los rumores de que las incursiones habían sido en represalia por la postura de Hernández contra el ICE sonaron durante semanas, y en marzo parecían ser confirmadas por un juez federal que dijo en el juicio que Austin estaba siendo blanco de las operaciones “como resultado de la nueva política del sheriff”.

Un portavoz del ICE no respondió a las preguntas de The Intercept, pero después de la publicación de este artículo emitió la siguiente declaración. “El ICE comunica clara y directamente sobre grupos prioritarios para diversas operaciones. Cualquier sugerencia de que la agencia engañó intencionalmente a las personas sobre poblaciones objetivo son completamente falsas. Si bien el ICE proporciona ejemplos de arrestos significativos para satisfacer proactivamente las solicitudes de información, esos ejemplos van acompañados de una lista de grupos objetivo. En el caso de la operación de febrero, los grupos objetivo de extranjeros criminales, de reingresos ilegales y fugitivos de inmigración fueron listados en los titulares de cada anuncio local. Una declaración similar fue incluida en el anuncio de la Operación Ciudad Segura. Además, al bosquejar los resultados, se incluye un número claro o un porcentaje de extranjeros criminales detenidos en el anuncio”.

(Eje Central)

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