Trump duplica aranceles al acero y aluminio hasta el 50 por ciento

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto para duplicar los aranceles al acero y al aluminio hasta el 50 por ciento a partir del 4 de junio, medida que también afectará a México debido a que gran parte de las exportaciones se dirige a territorio estadunidense. 

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Este incremento en arancel tiene el potencial de provocar una caída de 4 por ciento en las exportaciones de estos productos este año.

Cabe recordar que las exportaciones de acero, aluminio y sus manufacturas de México fueron en 2024 de 16 mil 078 mdd, de los cuales el 81.73 por ciento se dirigió a Estados Unidos.

Las exportaciones de estos productos a Estados Unidos representaron el 2.13 por ciento de las exportaciones totales de México.

Trump anunció su decisión desde el viernes, apenas un día después de que una Corte de Apelaciones le diera un respiro levantando el bloqueo que había impuesto el Tribunal de Comercio Internacional sobre buena parte de la política arancelaria de su gobierno.

Este bloqueo no habría afectado, sin embargo, a los aranceles para el acero y el aluminio, activados desde marzo con base en la Ley Comercial de 1962 y no la de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977 (IEEPA), cuyo uso por parte de Trump ha cuestionado la justicia.

El más afectado por la carga arancelaria sobre esos metales es Canadá, pero también Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam en lo que respecta al acero, y Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China en lo relativo al aluminio.

¿Por qué Trump elevó los aranceles al acero?
Para anunciar ese incremento Trump eligió un escenario simbólico: una planta en Pensilvania de U.S. Steel, acería a la que finalmente permitió aceptar la oferta de inversión de Nippon Steel para reavivar al que fuera el gigante estadunidense del sector.

El magnate neoyorquino y su predecesor, Joe Biden (2021-2025), habían rechazado la propuesta inicial de la acería nipona y el sindicato mayoritario del sector en Estados Unidos condenó hasta el último minuto la nueva oferta, que convertirá a U.S. Steel en una subsidiaria de Nippon Steel pese a que la compañía conservará nombre y sede en Pensilvania.

Todavía se desconocen muchos detalles de un acuerdo que supuestamente no está aún rubricado, que implica una inversión japonesa de 14 mil millones de dólares en U.S. Steel y que Trump ha publicitado como una «asociación» y no como una «fusión» o «adquisición».

Trump ha vendido como un triunfo algo con lo que hace apenas cuatro meses decía estar completamente en contra, y lo hizo en la misma semana en la que se popularizó el término ‘TACO trade’.

La acepción fue acuñada por un periodista a principios de mayo para describir la estrategia de muchos inversores bursátiles que pasa por asumir que ‘Trump siempre se acobarda’ (TACO por sus siglas en inglés) tras lanzar sus órdagos en materia de política comercial.

El propio presidente, visiblemente enojado cuando se le preguntó por el término, negó que sus amenazas sean huecas e insistió en que todo forma parte de su estrategia de negociación.

¿Qué implica la subida de aranceles?
El caso es que el laberinto legal que se abre en el horizonte para el gobierno estadunidense y el ego siempre voluble de Trump han añadido una nueva capa de incertidumbre a la actual guerra comercial.

Bruselas lamentó la nueva acción emprendida por el republicano después de que, tras otra ronda de amenazas, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos acordaran recientemente acelerar negociaciones antes de que en julio expire la pausa activada para los mal llamados «aranceles recíprocos».

El comisario europeo de comercio, Maros Sefcovic, tiene previsto verse con el representante comercial estadunidense, Jamieson Greer, el miércoles en París con la idea de lograr verdaderos avances para sellar un acuerdo.

A su vez, después de que China y Estados Unidos acordaran a principios de mayo activar una tregua que duraría al menos hasta agosto, Trump optó hace unos días por acusar, sin ofrecer detalles, a Beijing de vulnerar lo pactado en Ginebra hace semanas.

Beijing replicó hoy, argumentando que ha sido Washington quien ha violado el acuerdo para rebajar temporalmente los aranceles bilaterales y denunció que la Casa Blanca ha impuesto medidas de «supresión extrema» como nuevas restricciones sobre chips o la cancelación de visados a estudiantes chinos anunciada en la última semana.

Con la información de Milenio

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