trabajo las personas especiales

 

 

PLAYA DEL CARMEN. Se carece de falta de infraestructura y salarios bien remunerados.

Por poner un ejemplo, el último censo del Instituto Nacional de Geografía (Inegi) del 2011, habla de que el 10% de la población en Solidaridad tiene algún tipo de discapacidad y sólo el 4% forma parte del sector laboral, explicó el presidente de la asociación civil “Libertad de Accesibilidad”, Rafael Barragán Vázquez, en entrevista.

«El problema es grave, al vincular personas discapacitadas a organizaciones, empresas y sindicatos para incluirlas inició hace un año y bueno, nos enfrentamos a barreras, ya que una vez que empoderamos al ciudadano para su integración, damos cuenta que no se dan las condiciones óptimas».

De acuerdo a Barragán, un hotel pidió que acercara a discapacitados para su contratación, así que se brindó la oportunidad a quien no tiene las extremidades inferiores, «andan en silla de ruedas, pero habla perfectamente español e inglés. La idea era que contestara llamadas, pero el primer problema al que nos encontramos es que el transporte de personal carece de adecuaciones necesarias, aunado a la existencia de escaleras para ingresar al sitio de trabajo al que fue asignado; es una misión imposible el desempeño».

El segundo caso, es de dos personas sordo-mudas que pedían dinero en la calle, pero los invitamos a trabajar en una lavandería del hotel; no requerían hablar, sólo operar máquinas, pero «al momento de ir a la firma de contrato y ver lo que iban a ganar, se negaron a acceder ya que ganan más pidiendo dinero en la calle».

De manera que, mientras no se trabaje en todas las aristas, donde gobierno e iniciativa privada tomen conciencia y ofrezcan a las personas el camino adecuado, es decir condiciones laborales óptimas para cubrir sus necesidades, entonces lograríamos dar un avance a la sociedad, es decir integrarlos, expresó.

Ante ello, esperamos que se den las condiciones, ya que si bien en los hoteles hay apertura para ofrecer fuentes de empleo, el problema es que no están dispuestos a ofrecer salarios dignos, ya sea a través de incentivos del gobierno, de ofrecer planes de descuentos a favor de las personas discapacitadas, otra historia seria.

También incluyo el problema de una ciudad con vocación turística, que sería ideal de contar con el 80% de accesibilidad para discapacitados, lamentablemente no alcanza ahora ni el 5%, basta con observar las calles sin rampas, obstáculos en las banquetas, orificios que ponen en peligro a todo peatón, finalizó. Por Patricia Martínez

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