Trabajan más las mujeres que hombres
Pese a que actualmente tanto el hombre como la mujer deben trabajar para buscar el sustento diario, persiste en la cultura quintanarroense los roles tradicionales de la familia, por lo que es la mujer quien termina realizando, además, la mayor parte de las tareas de la casa, revelan datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi)
En Quintana Roo, un 79.3% de la población mayor de 12 años realizan labores no remuneradas (principalmente tareas domésticas, aunque se incluye trabajo altruista). Esta cifra supera a la media nacional, que es de 73.6%
El Inegi indica en sus datos más recientes, obtenidos de su informe con motivo del Día Mundial de la Población, que se celebra hoy 11 de julio, que en nuestro estado es superior la aportación por parte de las mujeres, en actividades por las que no reciben retribución económica alguna, en comparación al de los hombres.
En lo que se refiere a la crianza de niños, se detalla que un 30.58% de las mujeres y un 23.41% de hombres quintanarroenses mayores de 12 años, dedican gran parte de su tiempo a la atención al cuidado de menores de 6 años de edad. Mientras que un 26.11 % de mujeres y 19.06 % de hombres atiende a infantes entre los seis y 14 años.
La disparidad entre los sexos es mayor en la limpieza, pues 92. 99 % de las mujeres y un 67. 13 % de los hombres, tiene entre sus labores la limpieza de sus hogares. Además un 86.88 % de las mujeres, peso sólo un 56.51 % de los hombres, se ocupa en preparar y servir alimentos para sus familias.
Donde la situación es más equitativa es en las compras, pues en ellas participan 82.59 % de las mujeres y un 76.58 % de los hombres.
Destaca que mientras que cerca de uno de cada tres hombres no realizan trabajos no remunerados, sólo una de cada diez mujeres puede darse este lujo.
En términos generales, es en las mujeres donde recae la mayor responsabilidad del trabajo en el hogar, pese a encontrarse en muchos casos, inmersas en el marcado laboral, según revela la Unicef. La situación provoca que las personas de sexo femenino dediquen menos tiempo a la educación, y a la participación laboral retribuida y política, aspectos que indudablemente garantizan un mayor empoderamiento y mejores oportunidades de mejorar su calidad de vida. Por Raimon Rosado>Quequi