
“Testigos… sólo eso”
- Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 1 Juan 1:1-3.
MISIÓN EVANGÉLICA
Por Pbro. Carlos César González Cruz
Si Dios ha hecho algo en su vida, usted tiene algo qué compartir. El testimonio de los discípulos de Jesús, era la experiencia personal de lo que habían visto, oído y tocado. Ellos eran testigos. Un testigo es alguien que comparte su experiencia personal.
Dios no envía a los cristianos a vender, no necesita vendedores. Los cristianos no tienen que presionar a nadie para que vaya al cielo. No tienen que discutir, luchar y obligar a las personas para que puedan ir al cielo. No tienen que engañar a las personas para que ellas entren al cielo. No, por favor, no somos vendedores de Dios. Somos simplemente testigos de lo que hemos visto, oído y palpado.
Dios no necesita que usted lo defienda, no busca abogados, no tiene que estar discutiendo con las personas para obligarlas ir al cielo. Este no es su trabajo. Usted sólo es un testigo. Un testigo sólo cuenta lo que ha visto o lo que ha experimentado en su vida, ¡Cuente lo que Dios está realizando en su vida!
No tiene que ser un estudioso de la Biblia para ser un testigo, no tiene que ser un creyente con veinte años de vida cristiana. No tiene que tener una vida perfecta y sin pecado Todo lo que tiene que hacer, si quiere ser un testigo de Cristo, es decir: _Esto es lo que me está sucediendo. Esto es lo que Dios está haciendo en mi vida_
¡Y cualquier persona que ha experimentado a Cristo puede hacer esto!
Este es el trabajo que tenemos todos como cristianos. En el momento en que llegamos a ser creyentes, Dios nos entrega un ministerio. Es la misión de contar a otros las Buenas Nuevas. No seriamos cristianos si alguien no hubiera compartido el mensaje del evangelio con nosotros. En el momento que nos hacemos creyentes, nuestro trabajo es hablar de Jesús a otras personas.
No discutimos, no arroja un montón de versículos bíblicos sobre la cabeza de la persona y le decimos: _O te conviertes o arderás en el fuego del infierno, serás quemado en el infierno cuando nosotros vayamos al cielo. _ ¡Claro que no!
Sólo decimos: _Esto es lo que sucedió en mi vida. _ Ésta nuestra misión. Necesitamos hablar a las personas lo que Dios ha hecho en nuestra vida.
Somos testigos, solo eso. ¡Bendiciones a todos los caminantes del camino de la fe, en el sendero llamado vida!
Pbro. Carlos César González Cruz