Suspenden licencia de construcción

Ordena la presidenta municipal Mara Lezama “congelan la construcción de desarrollo hotelero en playa Delfines. 

CANCÚN 

Por Héctor Bello Guadarrama > Quequi 

Tu periódico Quequi  siempre se opuso a la destrucción de la bella ventana al mar que es el símbolo de Cancún ante el mundo, de ello dan fe sus portadas dando voz a la ciudadanía y los grupos ambientalistas que no se corrompieron, por ello festejamos que la presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama, realizara una suspensión provisional de las obras del hotel del Grupo Solaris ubicado en Playa Delfines. 

La presidenta dijo que en el destino turístico más importante de México. “¡Vamos a cuidar nuestras ventanas al mar!”, y estableció  su respaldo a la suspensión inmediata de la licencia de construcción del predio vendido a Grupo Solaris, que los últimos días de coronavirus, ha estado en la polémica por el ecocidio y destrucción de la más hermosa ventana al mar. 

Fueron largos meses de lucha mediática que encabezó Quequi y dejó plasmada en sus páginas y en decenas de portadas para encabezar una lucha que era todo el sentir de los cancunenses que no podían permitir la destrucción de  la emblemática ventana al mar, que es donde van los camiones repletos de turistas a tomarse la clásica foto y que muestra el paisaje puro de un mar azul turquesa que caracteriza a este destino turístico que es uno de los más importantes del mundo. 

Así que la licencia de obra: 72296, que permitía la construcción del Solaris, fue cancelada por considerarse que hay irregularidades en la manera de cómo se extendieron diferentes trámites que estarían desfasados en líneas de tiempo que hacen ver como un caso para la Contraloría municipal. Que extendió al momento diversos trámites administrativos para llamar a cuentas a funcionarios y ex funcionarios que pudieran estar involucrados en la extensión de licencias, otorgadas por Francisco Javier Zubirán Padilla, ex secretario de Ecología y Desarrollo Urbano de la pasada administración, que encabezó Remberto Estrada. 

La licencia de construcción fue otorgada antes de que saliera la autorización de Impacto Ambiental, tal y como lo dio a conocer Quequi un lunes 27 de noviembre de 2017, y que la mañana de este 25de mayo de 2020 lo confirmó el secretario Armando Lara De Nigris, que no pudo abundar detalles ya que se consideran como información reservada al tenerse de por medio procesos legales actualmente en curso. 

Si bien hasta hace poco tiempo los trabajos de construcción del hotel Gran Solaris Cancún estuvieron detenidos por orden judicial, actualmente no existía la instrucción de órgano jurisdiccional para no desarrollar el proyecto. 

“Los efectos de la suspensión administrativa que realizó la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano fueron a consecuencia de la revisión y estudio a fondo por varias áreas técnico-jurídicas del ayuntamiento”, determinó Armando Lara. 

No obstante, como destacó Quequi, habría más irregularidades en ese proyecto. Ya que luego que los ambientalistas interpusieron denuncias ante la Profepa y la FGR para detener la obra, los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente no ejecutaron medidas cautelares, no obstante que el sitio es un lugar de anidación para la tortuga marina. 

Al proyecto le valió que el lugar fuera una zona de anidación de tortugas, y casa de aves conocidos como chorlitos. 

De acuerdo a lo denunciado por representantes de Green Peace y del Laboratorio de Biodiversidad Arrecifal y Conservación que pertenece a la UNAM, el corral de huevos de tortuga fue movido fuera de los límites del terreno y la manipulación logró que buena parte de los huevos de tortuga no eclosionaran en la temporada 2017. Aunque el origen de las irregularidades data desde el año 2004, cuando el Cabildo fusionó lotes del Fonatur y cambió sus usos de suelo para hotelero. 

Los expertos determinaron que las licencias del proyecto fueron mal sustentadas porque el área es duna costera y afecta a las tortugas enlistadas en la NOM 059-Semarnat-2010 en categoría de especies en peligro de extinción. Es decir la expedición de licencias y permisos no se alineó al debido procedimiento de respetar la flora y fauna y áreas que no pudieran tocarse. 

Como lo destacó Quequi “Darán cuello a Gran Solaris” en su edición impresa y digital de entonces, hoy lo hizo patente la presidenta municipal Mara Lezama Espinosa, que con carácter tomó firmeza en su decisión de suspender la licencia de construcción y enviar a investigar y requizar todo a través de la Contraloría, donde ya fueron iniciados los diversos trámites administrativos. 

Desde un principio, el desarrollo del hotel de la cadena Solaris fue determinada como una locura, porque devastaría la Duna costera, la vegetación de entonces (y que finalmente desapareció), así como también un campamento tortuguero que fue afectado al manipularse los huevos para sacarlos del terreno donde se edificaría dicho hotel. 

La suspensión llega tras el reciente descontento popular por la barda perimetral construida de manera irregular a un costado de Playa Delfines, la cual, junto con el hotel de 450 habitaciones que se planeaba erigir en el lugar, iban a obstruir una de las últimas ventanas al mar de Cancún. 

A intervención expresa de la alcaldesa Mara Lezama, el Fonatur intervino y la semana pasada emitió un comunicado para asegurar que los dos predios que le pertenecen del lugar no se venderán. 

Algunos de los motivos que motivaron la suspensión en cuestion consisten en que la licencia, que fue expedida por la administración anterior y renovada por la presente, se expidió sin tomar en cuenta la vigencia de los documentos que conforman el expediente administrativo, los cuales estaban vencidos. 

«Contraviniendo el Artículo 56, fracción 1, del Reglamento de Construcción para el Municipio de Benito Juárez», dijo Lara Denigris. 

Cabe mencionar que el origen de las irregularidades data de 2004, cuando el Cabildo de Benito Juárez aprobó  la fusión de tres predios para posibilitar un desarrollo mayor, sin embargo, la inscripción al Registro Público de Comercio no se hizo sino hasta 2012, contraviniendo los ordenamientos en la materia. 

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