Suspenden el servicio a OPB
Por Sergio López Lara > Quequi
El trato desigual que pretenden aplicar autoridades locales, ha propiciado que transportistas del vecino país de Belice retiren de manera definitiva las 16 unidades que prestaban el servicio a poco más de 350 personas que visitaban plazas comerciales y diversos destinos turísticos del Sur del estado, situación que está colapsando la economía de distintos prestadores de servicios en la capital.
Recientemente, el secretario general del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Roger Peraza Tamayo, amafiado con el dirigente del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa) en la comuna capitalina, Sergio Cetina Valle, alias “Chihua”, se confabularon para sacar a los transportistas de Belice, que desde hace más de 30 años utilizaban las instalaciones del llamado mercado nuevo “Lázaro Cárdenas” en esta capital, para permitir que compradores y visitantes se desplazaran por diferentes puntos de esta ciudad, incluso transportarlos a plazas comerciales.
Dicha medida no fue bien vista con buenos ojos por parte de las 16 empresas transportistas de Belice, mismas que todos los días traen a un buen número de visitantes y compradores, quienes están siendo obligados a llegar a la antigua terminal de Autobuses De Oriente (ADO), donde tienen que pagar el servicio de taxis o combis para transportarse a diferentes puntos de la capital del estado, así como destinos turísticos, donde se les cobra fuertes sumas de dinero sin justificación alguna.
En este orden se pudo establecer que es por ello que los visitantes y compradores beliceños han optado por no llegar a Chetumal a realizar sus compras, situación que está colapsando la economía del Sur de Quintana Roo, debido a que ellos pagan un seguro de transporte al ingresar a territorio mexicano, además de que se sienten más seguros con las empresas transportistas, ya que conocen a la perfección a los choferes que viven en los distintos distritos de donde son originarios, lo que no sucede con taxistas del Suchaa que son considerados como verdaderos delincuentes y asaltantes que afectan al turismo beliceño.