Suman siete muertos por explosión en Puebla; piden denunciar a fabricantes sin permiso

  • Autoridades reportan a 11 personas heridas; dos de ellas son menores y están hospitalizadas.

Agencia

PUEBLA. Suman siete personas muertas en la explosión de un taller clandestino de pirotecnia ubicado en Santiago Tenango, comunidad de General Felipe Ángeles.

En la azotea de una casa de dos pisos, bomberos, paramédicos y voluntarios encontraron el cuerpo de una adolescente después de recibir el impacto del estallido y ser lanzada hasta ese lugar —entre seis o siete metros de altura—. En tanto, un hombre de la tercera edad murió bajo los escombros de su vivienda de la calle Central y 3 Poniente, donde sus restos quedaron calcinados.

En el transcurso de la madrugada de ayer, durante un recorrido realizado por este diario se contabilizaron cinco cuerpos entre los escombros, cubiertos con sábanas. Sin embargo, al amanecer, en conferencia de prensa, la secretaria de Gobernación, Ana Lucía Hill Mayoral, informó que habían fallecido seis personas. Más tarde, otra víctima se agregó la lista.

LAS VÍCTIMAS

La noche del lunes, Valeria Ibáñez decidió visitar a sus padrinos. Al salir de su casa, encontró a su papá, quien le pidió que regresara rápido porque ya iban a cenar. Eran las 7:30 de la noche. Presurosa, caminó calle y media.

En la puerta encontró al hijo de don Tomás Nieto, quien iba a la tienda. Uno salió y la otra entró. Unos segundos después vino el estallido. Ella murió y el niño que le permitió la entrada sólo escuchó a la distancia el sonido ensordecedor.

“Dios así lo quiso y se llevó a mi bebé, desgraciadamente no podemos hacer nada ya”, dijo Vicente, quien era padre de la niña de 13 años.

En el pueblo todos sabían que la familia Nieto Vázquez fabricaba cohetes, según Pedro Ibáñez, quien junto con sus hijos regresó al barrio de San Juan para descubrir que sus casas de la 3 Poniente resultaron afectadas por la explosión: vidrios rotos, bardas colapsadas, puertas resquebrajadas.

“Ya se les había dicho una vez que debían encontrar otro lugar (para fabricar cohetes), pero no hicieron caso y se enojaron con nosotros”, refiere el hombre de 75 años, quien recuerda que iba con Tomás Nieto a la escuela cuando eran niños, que eran amigos. “Lo material, no hay problema, lo malo son las vidas de los vecinos que se perdieron”, lamentó.

A mediodía, una pala mecánica empezó a remover los escombros de las viviendas afectadas, sobre todo la que se derrumbó en la explosión, después de que la Fiscalía estatal realizó las diligencias de levantamiento de cadáver.

En conferencia de prensa, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta instruyó a Hill Mayoral dialogar con los alcaldes para que denuncien aquellos lugares donde se fabriquen juegos artificiales sin permiso de la Sedena.

Por este evento hubo 11 heridos, dos de ellos menores de edad, quienes siguen internados: uno en el Hospital del Niño Poblano y otro en una institución particular de salud de Tecamachalco.

Fuente: Excélsior.

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