Sufren un calvario las abejas meliponas: Elmar Penagos
Por Raimon Rosado
Pese a que su presencia es indispensable para mantener el equilibrio en los ecosistemas selváticos de Quintana Roo, tanto entre la sociedad como por parte de las autoridades de gobierno, existe un desconocimiento generalizado sobre el cuidado y preservación de la abeja melipona, nativa de la Península de Yucatán, que pese a ser una especie no agresiva, al incluso carecer de aguijón, el mal estigma generado en torno a otras especies, principalmente las abejas africanizadas ha contribuido en gran medida a su disminución, señaló Elmar Penagos Romero, quien encabeza el proyecto denominado “Miel Curativa Maya y Rescate de Abejas”.
Ante la mencionada situación, dedica parte de sus actividades al fomento de la crianza de abejas en domicilios particulares en Benito Juárez y Puerto Morelos, así como a concientizar a la población, sobre todo a las nuevas generaciones sobre la importancia de su cuidado, a fin de contribuir a no hacer más grave su decadencia.
Dijo que si bien a nivel mundial han sido varias las organizaciones de conservación de la vida silvestre, mismas que han advertido sobre una drástica disminución en las poblaciones de abejas, considerado el animal más importante del planeta, dada su contribución mediante la polinización al equilibrio de flora, en el caso particular de la abeja melipona, ha sido víctima de la generalización del mal estigma que existe sobre las abejas, como un insecto que puede causar daño con sus picaduras.
Señaló que al ser abejas que de manera natural habitan en los grandes árboles, la deforestación que se da en torno a los polos turísticos de nuestro estado ha contribuido en gran medida a una drástica disminución de dicha especie, pues se calcula que por cada hectárea cuadrada desmontada se pierden de 25 a 52 colmenas de abejas nativas.
Pese a ello, lamentó que no exista ningún programa oficial para rescatar a las abejas meliponas, por lo que son agrupaciones como la mencionada, las únicas que se dedican a informar, concientizar, rescatar y reintroducir colmenas en las selvas, lo que ha permitido en dos años, colocar alrededor de 80 colmenas.