Sueños de libertad en el Bordo
Ciudad de México
Por César Cerón Quequi
Para muchos el boxeo es simplemente un deporte de contacto en el que dos contrincantes, siguiendo algunas reglas dentro de un cuadrilátero, usan guantes para golpearse únicamente con los puños; sin embargo, para otros, significa mucho, mucho más…
Tal es caso de un centenar de internos en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social “Nezahualcóyotl”, en el Bordo de Xochiaca, en el Estado de México, donde día tras día utilizan esta disciplina para escapar por unas horas de sus problemas que los orillaron a perder su libertad.
Estos internos que, pese a ser tan diferentes, comparten una pasión, esa pasión por el boxeo les ayuda día con día a sobrellevar el encierro en este infierno llamado prisión.
Todos los días, como un verdadero ritual en punto de las 10 de la mañana, y tras cumplir con sus obligaciones matutinas, literalmente se encierran en un espacio adaptado como gimnasio de box para recibir instrucciones y entrenar como auténticos profesionales.
Este esfuerzo y trabajo diario por fin rindió frutos, ya que 20 de los internos más destacados fueron seleccionados para participar en una función amateur organizada con el apoyo del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) y con un padrino de lujo, quien además de disfrutar la función, se dio tiempo para aconsejar y charlar con los internos, que no perdieron la oportunidad de obtener un autógrafo del cuatro veces campeón mundial Érik “Terrible” Morales.
En la función, en la que otro ex campeón mundial, Isaac “Tortas” Bustos, participó de forma activa en la organización, resultó redonda, con peleas de calidad, aguerridas, incluso con tintes de dramatismo tras un espectacular nocaut, que para fortuna no pasó a mayores gracias a la atinada labor de los réferis y jueces del WBC.
Fueron 10 peleas de exhibición, de tres rounds cada una, y en la que los 20 gladiadores que formaron parte recibieron una medalla de manos de la directora del penal, la maestra Verónica Jiménez, y del propio tetracampeón Érik Morales, quienes al ver el éxito de esta función se comprometieron a organizar más, incluso organizar un torneo interpenitenciario que los reos tomaron como una motivación que les ayudará al menos por unas horas a lograr su sueño de libertad.