Sin lograrse la paridad de género en sector turístico
Persiste trabajar para que mujeres se superen.
Por Blanca Silva > Quequi
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Centro de Investigación Avanzada de Turismo Sostenible de la Universidad Anáhuac (STARC, por sus siglas en inglés), presentó la actualización del estudio de la paridad de género en el sector turístico, en el que queda de manifiesto que todavía no se logra la misma al persistir la brecha salarial y diversos retos, como incrementar la participación de las mujeres en puestos directivos.
Destaca que en la industria de la hospitalidad ha habido avances importantes en materia de paridad de género, como que el empleo que genera para las mujeres sea mayormente formal en contraste con el conjunto de la economía, donde el indicador es menor al 40% contra más del 50% del turismo.
Además, el trabajo de las mujeres en la hotelería de Cancún es el segundo mejor pagado del país, considerando los costos de vida, por lo que la brecha salarial es significativamente menor y es la segunda actividad que proporcionalmente más empleo da a las mujeres en México, por lo que el reto es cómo cuidarlo y cómo potenciarlo.
A lo anterior se suma la persistencia de valores del pasado basados en estereotipos sobre el papel de la mujer en el hogar para cuidar a los hijos, que frenan su incursión en puestos directivos de primer nivel, pues mientras en el intermedio de la industria ha habido un avance muy importante en términos de paridad, en la parte superior de la pirámide sólo uno de cada cinco son mujeres e incluso en los consejos de administración de empresas públicas sólo son el 13%.
Al respecto, el director del STARC, Francisco Madrid, consideró necesario definir políticas públicas y privadas que favorezcan la reducción de obstáculos, ya que de lo contrario no se podrá resolver la disparidad de género, cuyo concepto se refleja en el techo de cristal, algo que las mujeres no ven pero que no pueden pasar.
Además, indicó que hay gran preocupación por este tema, dentro de lo cual la movilidad y guarderías son prioridades, pues de acuerdo con el empresariado, se pagan pero no se tienen y las trabajadoras deben dejar a sus hijos para luego viajar dos horas hasta su centro de trabajo de ida y dos más de regreso, que se suman a su jornada de ocho horas.
Lo anterior, consideró es una bomba de tiempo para otro tipo de problemática social, por lo que una de las reglas del juego debe ser mucha mayor flexibilidad de horarios a partir de las necesidades propias de las personas para tener un balance entre calidad de vida y compromiso laboral.
Adicionalmente, señaló la necesidad de tener mejores mecanismos para reducir y atender temas de violencia de género, así como avanzar en la formación académica e impulsar políticas públicas para contar con programas para apoyar el emprendimiento, luego de que la pandemia evidenciara que hay una posibilidad de mejorar ingresos y la calidad de vida.