Sergio Andrade reveló que fue amante de Pati Chapoy: ‘íbamos a mi casa de Cuernavaca’
En el libro de la periodista, de editorial Océano, Andrade platica algunos de los momentos que pasó con la ejecutiva de Tv Azteca
Sergio Andrade y la periodista Pati Chapoy, ¿tuvieron un noviazgo? Así lo detalló el libro escrito por Claudia de Icaza, titulado ‘Amarga seducción’.
En el libro de la periodista, de editorial Océano, Andrade platica algunos de los momentos que pasó con la ejecutiva de Tv Azteca.
Claudia de Icaza, aseguró que “como todavía faltan muchas situaciones por descubrir de este intrincado asunto, y sólo se avanza abriéndose a toda posibilidad por más descabellada que parezca, me concreto a relatar textual lo que Andrade me escribió en un mail y me reiteró personalmente en mi visita a Papuda sobre el romance”.
Andrade hablando de su relación con Pati Chapoy
Claudia de Icaza relata la ocasión en la que Andrade, confirmó su relación con Chapoy; “vi unas declaraciones donde negaba su relación conmigo haciéndose la chistosa pues sabe que para ese viaje ella sí tiene coartada, pues no pasó nada y ya lo nuestro había terminado años atrás. Y yo, a pesar de sus renovadas embestidas no daba pie a nada, ni tenía el más mínimo interés por ella”.
Andrade le dijo, vía email a Claudia de Icaza que le molestaba “la hipocresía, y aunque ya callé por muchos años pues no es de caballeros publicar sus relaciones, esta tipa ha sido tan mentirosa, tan criminal y tan baja en sus ataques a nosotros (Gloria Trevi y él) que merece un poco de ubicación a sus intentos por aparecer como `mujer fiel, leal y madre de familia ejemplar’”.
“Lo apasionada que andaba por mí”
Andrade, continúa, asegurando que “todos los que me rodeaban en aquella época (1983-1984) se daban cuenta de lo apasionada que andaba por mí, cómo me buscaba, me seguía, me llamaba, me festejaba e iba conmigo a muchas partes. Nos veíamos en cualquier punto de la ciudad y se iba a mi casa que está en Burgos, Cuernavaca, y regresábamos ya tarde”.
Andrade también confesó que en ocasiones “salíamos a comer a un restaurante discreto o ella iba a mi oficina, y hasta se permitía bromas tontas, como, al pasar por Tres Marías, decir: `Ay, no vaya estar el carro del Álvaro ahí. Déjame ver`, y se reía. Iba toda acelerada, sin soltarme de la mano o el cuello mientras manejaba’”.
¿Cómo se conocieron?
El compositor confesó que, aunque ya se conocía, Chapoy le habría pedido “coincidir en algo más personal” y esto ocurrió “cuando yo me encontraba todo acelerado en la salita de fotocopiadoras de ‘Siempre en Domingo’”.
Andrade le dijo, vía email a Claudia de Icaza que le molestaba “la hipocresía, y aunque ya callé por muchos años pues no es de caballeros publicar sus relaciones, esta tipa ha sido tan mentirosa, tan criminal y tan baja en sus ataques a nosotros (Gloria Trevi y él) que merece un poco de ubicación a sus intentos por aparecer como `mujer fiel, leal y madre de familia ejemplar’”.
“Lo apasionada que andaba por mí”
Andrade, continúa, asegurando que “todos los que me rodeaban en aquella época (1983-1984) se daban cuenta de lo apasionada que andaba por mí, cómo me buscaba, me seguía, me llamaba, me festejaba e iba conmigo a muchas partes. Nos veíamos en cualquier punto de la ciudad y se iba a mi casa que está en Burgos, Cuernavaca, y regresábamos ya tarde”.
Andrade también confesó que en ocasiones “salíamos a comer a un restaurante discreto o ella iba a mi oficina, y hasta se permitía bromas tontas, como, al pasar por Tres Marías, decir: `Ay, no vaya estar el carro del Álvaro ahí. Déjame ver`, y se reía. Iba toda acelerada, sin soltarme de la mano o el cuello mientras manejaba’”.
¿Cómo se conocieron?
El compositor confesó que, aunque ya se conocía, Chapoy le habría pedido “coincidir en algo más personal” y esto ocurrió “cuando yo me encontraba todo acelerado en la salita de fotocopiadoras de ‘Siempre en Domingo’”.
Ella llegó, cerró la puerta, se me arrimó y me dijo: ¿Qué nos das Andrade? ¿Qué nos das que nos traes loquitas?’”.
Él tenía 28 años
Al respecto, Andrade también confesó a Icaza que en aquella época él tenía 28 años, “y aunque traté de evitarla, sucumbí a la tentación, y no porque me hubiera enamorado, es más, a mí nunca me ha gustado involucrarme con mujeres casadas, me incomodaba mucho, pero ocurrió”.