Se suma Quintana Roo al ‘Bonn Challenge’
PLAYA DEL CARMEN. Para el 2030, Quintana Roo reforestará 700 mil hectáreas para cumplir con su acuerdo asumido en diciembre pasado, durante los eventos paralelos a la COP21 (Conferencia sobre Cambio Climático), celebrada en París, Francia.
Los gobiernos de Quintana Roo, Campeche y Yucatán, se comprometieron a restaurar 2 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas.
Esto, como explicó el secretario de Medio Ambiente, Rafael Muñoz Berzunza, dentro de la iniciativa mundial denominada “Bonn Challenge”.
En el caso de Solidaridad, se aportaría el 19.7 por ciento, aproximadamente, que presenta algún tipo de degradación que va de muy bajo a muy alto.
El funcionario, indicó que en la Península de Yucatán se identificaron más de 4.4 millones de hectáreas bajo diferentes niveles de degradación, representando poco más del 30% del territorio.
Por ello, el compromiso hecho por parte de los otros gobiernos es restaurar alrededor del 14 por ciento del territorio, que equivale a unas 2 millones de hectáreas.
En el caso específico de Quintana Roo, apuntó, el compromiso es contribuir con la restauración de 300 mil hectáreas en el 2020, y 700 mil hectáreas en el 2030.
El Bonn Challenge (Desafío de Bonn) es una aspiración global para restaurar 150 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas del mundo en 2020 y 350 millones de hectáreas en 2030. Fue lanzado por los líderes mundiales en una mesa redonda ministerial en Bonn, Alemania, en septiembre de 2011.
El objetivo, es restaurar la integridad ecológica, al mismo tiempo que se mejora el bienestar humano a través de paisajes multifuncionales.
El compromiso de los tres gobiernos que conforman la Península de Yucatán, fue producto de más de un año de trabajo en conjunto de las secretarías de medio ambiente, para identificar el potencial de restauración aplicando la metodología ROAM (Restoration Opportunity Assessment Methodology) y definir un concepto de restauración de paisaje basado en la recuperación de su funcionalidad en términos de soporte a los sistemas productivos (agricultura, ganadería, uso forestal), provisión de hábitat para la biodiversidad y captura de carbono, como explicó Muñoz Berzunza.
La intención, es promover entre el sector privado y comunitario una asociación con el fin de generar flujos de inversión, mediante el cambio en la práctica del uso del suelo y el aumento a largo plazo de la captura de carbono y de otros servicios ecosistémicos, así como fomentar el desarrollo socioeconómico de las poblaciones rurales fomentando la transición hacia una “economía verde”.
Finalmente, comentó que el proyecto, además de los tres gobiernos participantes, se realiza con el apoyo de las asociaciones civiles Reforestamos México y Pronatura Península de Yucatán, ambas organizaciones miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
(Por Fernando Morcillo)