Se perdieron este año un millón 300 mil hectáreas

Por Sergio López Lara > Quequi

Los incendios forestales, talamontes y crecimiento acelerado de la población urbana, han propiciado que hayan sido devastadas en este 2017, un millón 300 mil hectáreas de bosque, que está afectando gravemente a uno de los pocos «pulmones» que le quedan en Quintana Roo, aseguró Marcelo Carreón Mundo, dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), quien mencionó que solamente con trabajos de reforestación y cuidado es como se pueden seguir protegiendo estas áreas naturales, donde se encuentra fauna y flora en peligro de extinción.

Agregó que a pesar de que los ejidatarios de Lázaro Cárdenas, Tulum, Solidaridad, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar y Othón P. Blanco, realizan el mayor de sus esfuerzos para preservar y cuidar la selva y bosque, gente sin escrúpulos propicia incendios forestales de manera intencional para dedicarse a la actividad ganadera, agrícola y en algunos casos crear nuevos asentamientos urbanos.

Explicó que en el caso de Quintana Roo, se ha detectado que un buen número de  talamontes procedentes de Campeche y Yucatán, se introducen de manera ilegal a terrenos ejidales en la entidad para apoderarse de maderas duras y preciosas, devastando árboles que no cuentan con la edad y el diámetro para ser aprovechados, debido a que en su mayoría son utilizados para la construcción de puertas, ventanas y muebles.

Carreón Mundo indicó que si no se toma conciencia del cuidado de la selva y el bosque, poco a poco se puede acabar con uno de los «pulmones» naturales que aún le quedan a la tierra que está situado en la Zonas Sur y Centro de Quintana Roo, donde existen zonas que aún son desconocidas por el hombre.

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