
Se le ‘voltean’ a Trump
Empresarios de Estados Unidos piden que reconsidere aranceles impuestos a México y Canadá.
Estados Unidos
Por Agencias
La controversia en torno a los nuevos aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a México y Canadá, ha generado un fuerte rechazo entre los empresarios estadounidenses. Desde el primer minuto del 4 de marzo, los aranceles del 25% entraron en vigor, generando preocupación sobre el impacto económico que podría tener en las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) y en el consumidor final.
El llamado a la reconsideración no se ha hecho esperar. Neil Bradley, director de políticas de la US Chamber of Commerce, aseguró que “familias y empresas de EU luchan contra los altos precios” y que este nuevo impuesto solo contribuirá a aumentar los costos.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos destacó que las empresas de todos los tamaños se verán afectadas de inmediato, y que lo más probable es que se vean obligadas a trasladar esos incrementos a los precios finales de los productos.
Con un comercio total entre los tres países que supera los 1.6 billones de dólares, México y Canadá se han convertido en los socios comerciales más importantes para Estados Unidos, sustentando aproximadamente 13 millones de empleos en ese país.
Riesgo de quiebra
De acuerdo con la US Chamber, los aranceles a México y Canadá no sólo podrían elevar los costos de los productos, sino que también podrían forzar el cierre de empresas si la situación se prolonga.
“No podemos olvidar que los aranceles no sólo afectan a las grandes corporaciones, sino que tienen un impacto directo en las pequeñas y medianas empresas, aquellas que constituyen la columna vertebral de nuestra economía”, subrayó Bradley. A su juicio, el aumento de los precios de los productos traerá consigo un mayor sufrimiento económico para millones de estadounidenses, que ya enfrentan los efectos de la inflación.
El estado de Kentucky, uno de los más afectados por los aranceles, se ha pronunciado con fuerza en contra de esta política. Ashli Watts, presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Kentucky, calificó los aranceles de 25% como una “presión innecesaria” para las empresas y familias del estado.
En particular, la industria del bourbon de Kentucky, que ya había sufrido las consecuencias de los aranceles de represalia impuestos por otros países, perdió casi 600 millones de dólares en exportaciones.