Se despidió de Hoy
CIUDAD DE MÉXICO
Agencias > Quequi
Antes de entrar a Hoy, la gente que lo veía en la calle se refería a él como “el de las telenovelas”. Ahora le llaman por su nombre, Lisardo, y eso para el actor es uno de sus logros luego de haber formado parte del matutino de Televisa del que este lunes se despidió.
“Para todo sirvió, fue un año maravilloso, ahora sólo espero que dé sus frutos, no debe quedar aquí, falta que salgan novelas y desgraciadamente las cosas no están fáciles en ningún lado, viene un año fuerte”, dijo el actor.
También señaló que desde que el productor Reynaldo López le hizo la invitación para formar parte del equipo junto a Andrea Legarreta y Galilea Montijo, hizo todo lo que estaba en sus manos para hablarle al público sin perder su personalidad, no a sus personajes, pero también tenía ya la necesidad de volver a lo otro: la música, el teatro, o la televisión. Aclaró que él es parte todavía de la familia Televisa, es decir, tiene contrato con la televisora y que espera esto continúe.
“Hay castings hechos pero aún no se sabe nada, con la Navidad se muere todo, hasta el año. Estoy ahora mismo con mi hija grande que acaba de llegar de España y eso es para mí lo más importante. Hasta que se vaya ya empezaré a mover las cosas, todo está parado en estos momentos”.
Para él, este tipo de formatos continuarán en la televisión debido a la gran cantidad de público que los ve, y en cuanto a las críticas que llegan a recibir por lo que transmiten, señaló lo siguiente:
“Lo que uno elige ver es lo que quiere ver, de entrada eso es, ya tenemos las posibilidades de ver muchas cosas y es a nivel global. Sí existe una cierta responsabilidad (por parte de las televisoras) y lo están intentando, yo creo que están haciendo un intento de cambio pero no puede ser tan radical como pretenden algunos. Ese público se merece un cambio progresivo en donde además elijan, también son ellos quienes hacen los cambios, así como hacemos los cambios políticos”, expresó.
En este aspecto, el actor se refirió a este año entrante como uno muy complicado, tal vez hasta peor de lo que se proyecta.
“El cambio radica también en este tipo de cosas, la gente está enojada, deprimida no hay trabajo, somos muchos, en fin, hay una serie de aspectos que tienen que cambiar y yo creo que vamos para eso”.