SANTIAGO J. SANTAMARÍA. El Bestiario

 

EL ‘EJÉRCITO DE PANCHO VILLA’ INVADE DE NUEVO ESTADOS UNIDOS

Miles de hinchas del ‘Tri’ integran sus 15 batallones en distintas ciudades norteamericanas, entre ellas, Santa Clara, en California, escenario hoy del México-Chile de la Copa América…

“No digas ‘puto’ en un campo de fútbol mexicano”, escribe el periodista Jan Martínez Ahrens. “Después de haber visto la matanza de Orlando o cualquier otra felonía homófoba es necesario un Guus Hiddink, entrenador holandés, quien paró un partido ante una esvástica nazi”. “Los zurdos no deberían casarse”, un estudiante de Monterrey, Gustavo Gamero, arrasa en Facebook con su argumento que discriminar a los homosexuales es igual que discriminar a la gente zurda.

Llegaron los cuartos de final de la Copa América 2016. Se medirán las ocho selecciones que lograron vencer en la fase de grupos, donde hubo extraordinarios goles, y otros bastante polémicos como fue el gol que metió Raúl Ruidíaz con la mano dándole el paso a Perú y dejando a una de las favoritas fuera, Brasil. Ahora el enfoque está sobre las ocho naciones más fuertes del continente americano que definirán quiénes continúan a las semifinales del certamen. México se medirá contra Chile, actual campeona del torneo.

El cuadro de Juan Carlos Osorio lleva una racha récord de 22 partidos sin perder, y trae un equipo que está demostrándose capaz de coronarse este año. Incluso Lionel Messi, dijo previo a la inauguración del certamen que México era favorito para llevarse la Copa este año. Con el golazo del “Tecatito” ante Venezuela, el ‘Tri’ aseguró su pase en primer lugar, dejando a Venezuela para enfrentarse ante la poderosa albiceleste, que no perdona. México jugará en el Levi’s Stadium de Santa Clara.

La selección de México espera hoy en California a Chile, el vigente campeón de la Copa América, en cuartos. El camino del ‘Tri’ ha sido exitoso hasta ahora. Las buenas sensaciones que ha dejado en la primera fase se han visto acompañadas por su afición, que toma cada ciudad y estadio como un ejército. Una invasión, en este caso futbolística, como la que hizo hace 100 años “Pancho” Villa, caudillo de la Revolución Mexicana, cuando irrumpió en la villa de Columbus, EU. Hace años que “El Centauro del Norte”, no combate una batalla junto a las tropas de su país, pero su ejército sigue haciendo fuerza por los colores de México en los distintos escenarios de la Copa América.

El “Ejército de Pancho Villa” es una de las porras (grupo de aficionados) que siguen los partidos de la Selección Mexicana en EU. Este grupo, creado en 2013 por Sergio Tristán, tiene más de mil soldados -como él los llama- y más de 36 mil seguidores entre sus redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram.

Tristán, de 34 años, nació en Texas y tiene ascendencia mexicana. Es el general de este batallón. Hace tres años estaba sólo en un restaurante durante un partido de México contra EU, y pensó que tenía que haber más gente como él, que apoyaba al “Tri”. Mandó un mensaje por Facebook y ahora viaja con su ejército acompañando al combinado nacional a donde juegue en Estados Unidos.

Antes de cada partido, explica Tristán, organizan una fiesta un día antes. En ese ambiente se canta, se baila y se celebra con mariachis, como una forma de arengar a las tropas. El día siguiente hacen una parrillada en el estacionamiento del estadio horas antes del partido. “Acabándose la parrillada, marcha todo el ejército hacia el estadio, con banderas, con tambores, con humo, cantando, bailando y haciendo un relajo sano camino hacia el estadio, para que la gente sepa que México está de local”, precisa.

Tristán, que es veterano del ejército de EU -sirvió en Irak de 2004 a 2006-, afirma que su movimiento no es exclusivo, ya que en muchos partidos se han juntado con otros aficionados, llegando casi a sumar cerca de 6 mil seguidores de la Selección Mexicana. Tienen 15 batallones en distintas ciudades de su país. Al tener presencia en distintas ciudades es “más fácil invadirlas”, asegura. “Son como puestos de batalla, como en un ejército de verdad, que reciben a sus compañeros y tienen todo listo para su llegada y organizado para el apoyo local”, agrega. Han visto a los dirigidos por Juan Carlos Osorio “centrados, comprometidos y con la cabeza sólo pensando en futbol”. Ahora aguardan el partido contra Chile, rival al que guardan respeto y del que destacan a sus individualidades, capaces de definir un partido. Sin embargo, fieles al lema del ejército, “Orgullo en nuestra cultura, nuestro idioma y nuestro futbol”, esperan seguir al “Tri” hasta el final del campeonato.

Tras la masacre del club gay “Pulse” en Orlando, Florida, en los medios online y en las redes sociales, han sido publicados numerosos escritos donde se hace referencia a este acto de un “soldado” del “Estado Islámico”, un “lobo solitario”, y todo apunta a un homofóbico homosexual.  En algunos de ellos se hace referencia explícita al famoso slogan que acompaña a los hinchas mexicanos, “¡puto!”, sustitutivo del eternal “Cielito lindo”. El entrenador Guus Hiddink es un ave extraña del futbol. Muy conocido y querido en Holanda, en otros países es recordado más por un gesto cívico que por sus méritos deportivos. Nacido nada más acabar la II Guerra Mundial, Hiddink, como tantos holandeses, tenía frescas las huellas de la barbarie nazi. El exterminio de judíos, la persecución de los demócratas y el fusilamiento de los patriotas. No eran cosas baladíes. Por ello, cuando en febrero de 1992, en el lejano estadio del Valencia, vio aparecer una pancarta con símbolos nazis, tomó una determinación. O la retiraban o no salía al campo. La amenaza surtió efecto. Hiddink se convirtió en el primer personaje deportivo que en España se enfrentaba a la insidia nazi en los campos de futbol. “Quizás no estaría mal que que después de haber visto la matanza de Orlando o cualquier otra felonía homófoba simplemente no digas ‘puto’ en un campo de fútbol mexicano”, escribe el periodista Jan Martínez Ahrens.

Gustavo Gamero, universitario de 21 años y residente de Monterrey, descubrió que era bisexual en la pubertad. “Al principio me sentía mal, porque decía, Esto no es normal, pero después entendí que lo normal es ser diferente”, dice. Su familia y algunos de sus amigos no han llegado a la misma conclusión. “El comentario que más me ha marcado es, Estás destinado a ser infeliz porque la sociedad nunca te va a aceptar. Lo que más me duele no es el comentario, sino que viene de la gente más cercana a mí”, señala. Luego sucedió la matanza de Orlando y a pesar de la tragedia, los comentarios homofóbicos los seguían persiguiendo en conversaciones y en las redes. “Fue la gota que derramó el vaso, por eso decidí sacar lo que tenía dentro desde hace mucho tiempo”.

El 14 de junio, publicó en Facebook una diatriba contra los zurdos, una condición que en algún momento, como la homosexualidad o la bisexualidad, era un tabú para mucha gente. “Yo soy zurdo y hace muchos años ser zurdo era algo mal visto, algo antinatural, ahora es ridículo discriminar a alguien por ser zurdo”, comenta el estudiante de Comunicación originario de Saltillo. “Creo que lo mismo le sucederá a la homosexualidad, en un futuro veremos como algo ridículo toda la discriminación que existe por una condición que tú no eliges, que es algo natural”.

“Ser zurdo está mal. Y no me malinterpreten, porque ya sé que la comunidad de zurdos se me va a venir encima y me van a quitar mi derecho a difundir discursos de odio, no soy zurdofóbico, de hecho tengo amigos que son zurdos, pero todos sabemos que ser zurdo está mal y no voy a cambiar mi opinión acerca de los zurdos.

Los zurdos son personas que sufrieron traumas de niño y por eso se pervirtieron, ellos eligieron irse por el mal camino, porque ellos bien podrían ser diestros si quisieran, de hecho hay técnicas para obligarlos y hacerles creer toda su vida que son diestros. Por ejemplo: los podemos amarrar de las manos y obligarlos a escribir con la derecha, aunque después en cualquier impulso y reflejo se les salga lo zurdo, no importa el daño psicológico que les cause, ellos tienen que aprender que tienen que reprimir su naturaleza si quieren ser aceptados por la sociedad, sólo así van a ser felices, ¿cierto?, porque obviamente los zurdos están condenados a ser infelices.

Los zurdos son malos y carecen de un sistema de valores, porque obviamente al saber con qué mano escribe una persona podemos entender su complejidad como ser humano y resumir todo el espectro de su personalidad, todos los zurdos son iguales y todos son malos, así como todos los diestros son iguales y actúan de buena manera.

Si empezamos a aceptar a los zurdos, ¡imagínense lo que pasaría!, los niños lo empezarían a ver como algo normal cuando realmente lo normal es ser diestro, ¡después todos van a ser zurdos y los diestros van a ser minoría! ¡Eso no puede pasar! Y si los zurdos quieren escribir con la izquierda, pues que lo hagan allá donde nadie los vea, ¡si alguien escribe con la izquierda en público sería completamente inmoral e iría en contra de las buenas costumbres!

¿Y que los zurdos se casen? ¡Eso sería siniestro! (y siniestro viene del latín sinister que significa izquierda, porque obviamente a nosotros siempre nos ha importado la etimología de las palabras, por ejemplo: les pagamos a los trabajadores con sal ya que salario significa ‘pago de sal’ y defendemos que matrimonio viene de matri que se refiere a la matriz y a la madre, ¿contexto socio-cultural? ¡eso no importa!, ¡si salario significa ‘pago de sal’ hay que respetarlo!)

¿Ambidiestro? Eso no existe, o eres zurdo o eres diestro, pero no puedes ser de las dos. Y obviamente los zurdos no pueden adoptar, porque si adoptan les van a contagiar su zurdera a sus hijos, porque obviamente el escribir con la izquierda o derecha se contagia (y como ya dije, ser zurdo está mal) y eso afectaría a su desarrollo. Un niño tiene derecho a tener padres diestros, nadie puede negarles ese derecho. Además, ¡imagínate cuando vayan a la escuela!, los niños se van a burlar de ellos porque sus padres son zurdos, porque obviamente el ‘bullying’ no es causado por los niños intolerantes que crecieron creyendo que ser zurdo es malo, sino que es provocado por los hijos de los zurdos que tientan a los diestros a que se burlen de ellos.

La sociedad no tiene que cambiar, son los zurdos los que tienen que cambiar, ¿se imaginan una sociedad donde la gente tenga los mismos derechos y sean respetados sin importar la mano con la que escriben? ¡Imposible! ¡El plan original y lo natural es que la gente escriba con la derecha, no con la izquierda! ¡Jesús dijo que estaría sentado a la derecha del padre, no a la izquierda! ¡Si ser zurdo estaría bien entonces Jesús estaría sentado a la izquierda, pero no es así! ¡Lo dice la Biblia! ¡No se dejen engañar! ¡La comunidad de los zurdos soborna a los gobiernos para que cambien las leyes a su favor y les brinden más beneficios a ellos que a nosotros que somos normales! Pero yo respeto mientras los zurdos no se metan conmigo y con los niños”.

En un tedioso partido de la ronda de clasificación entre México y Jamaica en el estadio Azteca, cada vez que el portero rival despejaba el balón, un padre, en presencia de su hijo, se desgañitaba: “¡Burro!”. La intención de que su voz borrase el insulto lanzado por el resto de miles de almas no tuvo ningún éxito y el niño, confundido ante la torpeza de su padre, le insistía una y otra vez: “¿No oíste? dicen ¡puto!”.

 

@SantiGurtubay

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