Salen Israel y EU del Consejo de la ONU

Acusan al organismo de promover el antisemitismo y desvirtuar la defensa de los derechos humanos.

El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, anunció ayer que Israel boicoteará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en respuesta a lo que calificó como «propagación del antisemitismo» por parte de este organismo. La decisión se produce un día después de que Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, tomara una medida similar al dejar de participar en las reuniones de dicho consejo.


Saar expresó su rechazo a lo que considera un enfoque sesgado del Consejo, destacando que este organismo se ha centrado en atacar a Israel, la única democracia en Oriente Medio, en lugar de promover los derechos humanos. Según el canciller israelí, «Israel es el único país con un punto del orden del día dedicado exclusivamente a él». Además, acusó al Consejo de «proteger tradicionalmente a los responsables de violaciones de derechos humanos», mientras demoniza de manera obsesiva a Israel.


Una de las principales críticas de Israel radica en el número de resoluciones condenatorias emitidas por el Consejo, que superan las 100, lo que representa más del 20% de todas las resoluciones adoptadas, cifra superior a la suma de condenas a Irán, Cuba, Corea del Norte y Venezuela. En sus declaraciones, Saar insistió que estas resoluciones reflejan un doble estándar.


Por su parte, el portavoz del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Pascal Sim, aclaró que Israel, al ser un «estado observador» y no un miembro de pleno derecho, no puede retirarse formalmente del Consejo. Sim recordó que Israel ha participado en los exámenes periódicos obligatorios para todos los países miembros de la ONU, aunque ya había estado boicoteando las discusiones sobre «la situación de los derechos humanos en Palestina y en otros territorios árabes ocupados» durante años.


En paralelo, el secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó ayer una advertencia sobre la posibilidad de «limpieza étnica» en Gaza. Su declaración ocurre en un contexto tenso, después de que el presidente Donald Trump sugiriera tomar el control de Gaza y desplazar a los palestinos hacia Jordania y Egipto, propuesta que ha generado una ola de rechazo internacional. Guterres reiteró su firme apoyo a una solución de dos estados, uno israelí y otro palestino, y subrayó que cualquier desplazamiento forzado de una población equivale a «limpieza étnica», reafirmando la importancia de adherirse al derecho internacional.


Estas declaraciones y decisiones subrayan el creciente desacuerdo y tensiones entre los países occidentales, como Estados Unidos e Israel, y las instituciones internacionales encargadas de velar por los derechos humanos.

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