Saca box la casta
Cuando los Juegos Olímpicos de Río 2016 “agonizan”, México sólo ha ganado una de las ocho medallas que muchos expertos habían vaticinado, y esta presea fue conquistada por un boxeador: Misael “Chino” Rodríguez, quien salva al país de una mayor vergüenza deportiva.
Ni el tiro con arco, ni el futbol, ni los clavados, ni el taekwondo (esperando aún la participación de María del Rosario Espinosa que entra en acción mañana), ni ninguna otra disciplina en la que pudo haber sorpresa, lograron hacer un poco más decorosa la participación mexicana que toma parte en esta edición 31 de los Juegos Olímpicos con 126 atletas, la delegación más numerosa desde Múnich 1972, donde participaron 174 atletas nacionales.
La medalla del “Chino” Rodríguez significa la número 13 desde Los Ángeles 1932, y con ello iguala con los clavados como las disciplinas que más satisfacciones han brindado al país.
Efectivamente, el boxeo se enorgullece de ser el deporte que más ha puesto el nombre de México en alto en la máxima justa deportiva del planeta, y no sólo en el terreno amateur, sino también en el profesional. Actualmente México posee 10 campeones mundiales hombres y seis mujeres.
Algo que muy pocos países pueden presumir, y para alcanzar este logro, es necesario trabajar con las bases, estimular el potencial que México posee con sus jóvenes, con los niños, motivarlos, apoyarlos, alentarlos.
Así llegó Rodolfo “Rudy” López a dar a Quintana Roo la alegría de presumir un campeón del mundo, cuando de la mano del promotor Pepe Gómez y el cobijo de “Cancun Boxing” fue a Japón para conquistar el título que sirvió de ejemplo y estímulo a muchos jóvenes y niños que hoy viven entregados a este duro, pero apasionante mundo del boxeo.
Estos jóvenes y niños que acuden a cada función boxística para ver a sus ídolos en acción, sueñan en ser algún día campeones mundiales, pero también en dar a nuestro país una medalla olímpica.
‘BRONCEADA’ CONSOLACIÓN
Misael Rodríguez se convirtió en el primer medallista para la delegación mexicana, al confirmar la medalla de bronce en el boxeo de los Juegos Olímpicos Río 2016, pese a perder su combate por el pase a la final.
Rodríguez, originario de Chihuahua, salió ayer al ring de Riocentro en busca de mejorar el bronce ya asegurado el pasado lunes y subir un escalón más, pero se encontró con el uzbeko Bektemir Melikuziev, un fuerte rival que desde el inicio se adelantó en el marcador.
El europeo encontró el camino fácil a la final y estuvo al acecho del mexicano, quien por más que trató de buscar un buen golpe, éste no llegó con precisión a la humidad de su adversario.
En el primer episodio, Melikuziev tocó con claridad cada uno de sus golpes, siempre con la determinación de hacer temblar al mexicano, que no se intimidó y con el apoyo de la afición y, desde luego, de su novia, la pentatleta Tamara Vega, se fue con todo.
La tarjeta de los jueces tras el primer round marcó 27 para el chihuahuense y 30 para su adversario. Para el segundo giro, el “Chino” conectó de derecha sin precisión y no ayudó a sumar, lo que sí hizo el rival, que de inmediato superó la contienda.
En el último episodio Misael Rodríguez se paró con firmeza y agarró su mejor estrategia para ganar el round, pero no fue suficiente porque el uzbeko solo cuidó su guardia y conectó para llevarse el triunfo 30 a 27.
Sin embargo, el mexicano confirmó la medalla de bronce, la primera para la delegación mexicana en esta justa olímpica, que sabe a oro porque es el boxeo que una vez resurge para dar su primer golpe.
De esta manera, se repite el metal de Sidney 2000, cuando el también chihuahuense Christian Bejarano subió al podio con esa medalla, la de ayer, que termina con una sequía de 16 años sin presea olímpica en el deporte de los puños.
Por Redacción>Quequi