Román Rosas Christfield DINERO Y PODER
Uh uh Uber…
Cuando nuevos empleados llegan a Uber, les piden que se apeguen a 14 valores centrales de la empresa, entre ellos hacer apuestas audaces, obsesionarse con el cliente y trabajar arduamente. El servicio de transporte enfatiza la meritocracia: la idea de que los mejores y más brillantes ascenderán con base en su esfuerzo, aunque tengan que pasar por encima de los demás. Esos pseudo valores han ayudado a Uber a tener una de las historias de éxito más grandes de Silicon Valley. Según inversionistas privados, la empresa tiene un valor cercano a los 70 mil millones de dólares y opera en más de 70 países, entre ellos México. Su enfoque de esforzarse para obtener el mejor resultado ha provocado que los empleados actuales y antiguos de Uber describan el ambiente de la empresa como “hobbesiano”, en el que los trabajadores a menudo se enfrentan unos a otros y se ignoran las infracciones de los mejores. Más de 30 empleados actuales y antiguos de Uber, la revisión de correos electrónicos internos, registros de chat y audios de reuniones grabadas, brindan un panorama de una cultura de trabajo desenfrenada. Hasta ahora solo eran rumores en Silicon Valley, pero Susan Fowler, una ingeniera que salió de Uber en diciembre, publicó un blog sobre el tiempo que pasó en la empresa. Detalló un historial de discriminación y acoso sexual por parte de sus jefes; además, que el departamento de Recursos Humanos ignoró esas acusaciones. Fowler dijo que este tipo de comportamiento era promovido por los dirigentes de la compañía. Parecía que cada gerente estaba peleando con sus compañeros, intentando socavar a su supervisor directo con tal de tener ese puesto, según Fowler.