
Retorna flamenco caribeño con marcaje DXZZ a Punta Sur después de dos años de ausencia: FPMC
- El regreso de los flamencos confirma el buen estado de salud ambiental de la reserva
- «Rube» es el nombre interno asignado en honor a Rubén Ademar
Cozumel.- La Reserva Ecológica Estatal Laguna Colombia sigue consolidándose como un refugio clave para la avifauna, como lo demuestra el reciente retorno del flamenco caribeño (Phoenicopterus ruber) anillado DXZZ al Parque Ecoturístico Punta Sur, a cargo de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), tras dos años de ausencia.
Este hecho resalta la buena salud ambiental de los humedales y la calidad del ecosistema de Punta Sur, que continúan atrayendo a estas majestuosas aves migratorias.
El ejemplar DXZZ, de 25 años de edad, fue anillado por el proyecto FlamencoLab, de la Fundación Pedro y Elena A.C., en la Península de Yucatán y registrado por primera vez en Laguna Colombia en 2000.

Desde entonces, ha sido avistado en múltiples ocasiones en Punta Sur, incluyendo registros en marzo de 2021 y noviembre de 2022. Su retorno a inicios de 2025, junto con grupos de hasta 30 ejemplares, reafirma la importancia del área como sitio de descanso y alimentación para los flamencos en su ruta migratoria.
Desde el año 2000, la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC) ha desarrollado un programa de registro, observación y monitoreo de flamencos en los complejos lagunares, lo que ha permitido documentar la llegada recurrente de estos ejemplares, un claro indicador del equilibrio ecológico de la reserva.
Jesús Benavides Andrade, director de Punta Sur, mencionó que el avistamiento de este ejemplar fue registrado por el biólogo y subdirector del parque, Héctor González Cortés y agregó que el equipo ha bautizado internamente al ejemplar DXZZ como «Rube», en honor a Rubén Ademar Méndez Martín, Guía Especializado en Turismo de Naturaleza de la FPMC, reconocido por su dedicación en la identificación y monitoreo de estas aves emblemáticas.
El regreso de «Rube» y otros flamencos no solo es motivo de celebración, sino una prueba tangible de que los ecosistemas de Punta Sur mantienen las condiciones óptimas para la biodiversidad, destacando la necesidad de continuar con las estrategias de preservación que garanticen la permanencia de estas especies en la isla.