Rescates se complican por la nieve
Por Agencias
Rescatistas trabajaban entre la nieve para entregar suministros a poblaciones aisladas, días después de que un potente sismo golpeara el oeste de Japón y matara al menos a 126 personas.
El balance de víctimas mortales a causa del terremoto de magnitud 7.6 registrado el primero de enero en el oeste de Japón ascendió a 126 y 211 personas continúan desaparecidas.
Se esperaban intensas nevadas en la prefectura de Ishikawa ayer por la noche, lo que añadía urgencia a sus tareas.
Tras el sismo de magnitud 7.6 del lunes quedaban 222 personas por localizar, y 560 personas resultaron heridas. Se habían producido cientos de réplicas que remecieron la península de Noto, donde se concentraban los temblores.
Taiyo Matsushita caminó tres horas entre el lodo para llegar a un supermercado en la ciudad de Wajima y comprar comida y otros suministros para su familia. La casa donde vive con su esposa y sus cuatro hijos, y unas 20 viviendas cercanas, están entre las más de una docena de poblaciones aisladas por aludes de tierra.
No había electricidad y en cuestión de horas dejarían de poder utilizar sus celulares, dijo a Jiji Press.
“Queremos que todo el mundo sepa que la ayuda no está llegando a algunos lugares”, dijo Matsushita en declaraciones citadas por el portal Jiji Press. “Nos sentimos muy ligados a esta población. Pero cuando pienso en mis hijos, es difícil imaginar que podamos seguir viviendo aquí”.
Funcionarios de Ishikawa informaron de 1 mil 370 viviendas destruidas total o parcialmente. Muchas de las viviendas en esa región costera occidental de la isla principal son viejas y de madera. Se veían autos volteados en carreteras agrietadas y llenas de baches. La nieve cubría las autopistas y los escombros. Cables colgaban de postes inclinados.