Reportan pozos en riesgo por presunto saqueo ejidal

La extracción de material amenaza el vital líquido.

Chetumal
Por Jared García

El agua que abastece a Chetumal y sus alrededores está en riesgo. Los pozos que suministran el vital líquido podrían contaminarse debido a la explotación descontrolada de bancos de material en el Ejido Juan Sarabia, los cuales han alcanzado el manto freático, generando una amenaza ambiental de dimensiones alarmantes.

La investigadora María Luisa Villarreal Sonora advirtió que el daño no es nuevo. La destrucción de cerros en la zona ya había provocado la desaparición de vestigios arqueológicos. Pero el golpe definitivo vino con las obras del Tren Maya, que arrasaron con toda evidencia de un manto de eyecta, restos del impacto del meteorito de Chixchulub hallados hace dos décadas por un equipo de científicos.

«Es la ambición desmedida y la falta de regulación lo que nos tiene en este punto», lamentó Villarreal Sonora. La extracción masiva de material se realizó sin la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), requisito de la Secretaría de Medio Ambiente de Quintana Roo, ni el Cambio de Uso de Suelo Federal (CUSF), bajo la responsabilidad de la SEMARNAT.

Pero el problema no solo es ecológico. Los propios ejidatarios de Juan Sarabia denuncian que, aunque se extrajeron millones de metros cúbicos de material para el Tren Maya en el último año y medio, ellos apenas recibieron una fracción del dinero. «De millón y medio de pesos que debimos recibir, nos dieron 200 mil», acusaron, señalando que el resto del dinero terminó en los bolsillos de la directiva ejidal.

La inconformidad llevó a un grupo de ejidatarios, encabezados por Rodolfo Valle Villaseñor, a presentar una demanda ante el Tribunal Unitario Agrario 44 en Chetumal. Exigen que se rinda cuentas sobre la venta de material y el destino de los recursos. Pero su búsqueda de justicia no ha sido bien recibida. «Nos quieren callar con amenazas y difamaciones», denunció Valle Villaseñor.

El hartazgo es generalizado. «Aquí los comisariados ejidales entran como taxistas o en bicicleta y terminan como dueños de cañaverales con maquinaria y volquetes», expresaron con frustración. También señalaron a su abogado, Andrés Lomas, quien pese a no ganar un solo juicio en su favor, ya se ha convertido en empresario con dinero que, aseguran, proviene de prestanombres y maniobras turbias.

El saqueo de recursos naturales y el despojo económico tienen un costo alto. Y en este caso, la factura no solo la pagarán los ejidatarios, sino toda Chetumal, que podría ver comprometido su acceso a agua potable en un futuro cercano.

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