Renuncia estratega de Trump
NUEVA YORK, EU
Paul Manafort está en investigación en Ucrania por posible corrupción.
En una señal adicional de los problemas por los que atraviesa su candidatura, Donald Trump confirmó ayer que aceptó la renuncia de Paul Manafort, estratega en jefe de su campaña presidencial, vinculado con el exgobierno pro-ruso de Ucrania.
Manafort está en investigación en Ucrania por posible corrupción y presunto tráfico de influencias y posibles pagos ilegales hechos por el antiguo gobierno del presidente Viktor Yanukovich.
En un comunicado, Trump expresó su agradecimiento por el trabajo de Manafort y en particular por su desempeño en la Convención Nacional Republicana, donde el magnate de los bienes raíces fue oficialmente nominado candidato del partido.
“Paul es un verdadero profesional y le deseo el más grande de los éxitos”, afirmó Trump.
La renuncia sucedió apenas dos días después que Trump anunció cambios mayúsculos en su equipo rumbo a las elecciones, al nombrar a Stephen Bannon como nuevo director ejecutivo, y a Kellyanne Conway como gerente de la campaña.
BAJA POPULARIDAD
Los cambios suceden en medio de una caída significativa en la popularidad de Trump, luego que el candidato se vio inmiscuido en una serie de controversias que, por primera vez, parecieron afectar el apoyo que ha recibido durante el último año.
Asimismo Manafort había sido durante la última semana una fuente de controversia en sí mismo, luego que informes de prensa señalaron sus vínculos con el expresidente de Ucrania, Viktor Yanukovych, quien encabezaba un gobierno cercano a Rusia.
De acuerdo con estos informes, Manafort recibió pagos de más de 12 millones de dólares durante un periodo de cinco años para realizar operaciones políticas a favor de Yanukovych, quien en febrero de 2014 fue obligado a huir de Ucrania tras protestas multitudinarias en su contra.
Asimismo Manafort también orquestó encubiertas maniobras de cabildeo en el Congreso de Estados Unidos a favor del gobierno de Yanukovych, sin que aparentemente hubiera hecho público que trabajaba para un gobierno extranjero, lo que pudo constituir un delito.
De acuerdo con las leyes estadunidenses, cabildear a favor de gobiernos extranjeros sin detallar la naturaleza del trabajo ante el Departamento de Justicia puede considerarse un delito serio que puede resultar en una condena de hasta cinco años de prisión.
Dato: La renuncia sucedió apenas dos días después que Trump anunció cambios mayúsculos en su equipo rumbo a las elecciones, al nombrar a Stephen Bannon como nuevo director ejecutivo.